La Apuesta Del Baile

Las Reflexiones De Macnamara

Heather la caga otra vez, Betty le da una idea a Veronica y Mac trama su propio plan.
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Verónica, adormilada, abrió los ojos contra el sol abrasador que llenaba la habitación y examinó confundida su entorno por un momento. De repente recordó que estaba en la casa de Heather y gimió por el dolor en su espalda por dormir en el duro suelo. En realidad, no tenía a nadie a quien culpar excepto a ella misma. Debería haber empacado un saco de dormir. Se maldijo en silencio por enésima vez y echó otra mirada, menos adormilada, a su alrededor.

Todos los demás estaban dormidos, todos excepto Heather. Estaba mirando a Veronica, sentada erguida e inclinada hacia adelante contra sus rodillas, sus pantalones cortos muy cortos mostraban claramente sus largas piernas que Veronica a veces miraba fijamente por un poco más de lo normal, aunque nunca lo admitiría. Verónica le dedicó una débil sonrisa, todavía no había regresado del todo a la tierra de los vivos. Heather no lo devolvió. Verónica frunció el ceño, pensando que tal vez Heather simplemente no era una persona mañanera. Probablemente ella también tenía una resaca mortal.

"Buen día." Verónica intentó, tan brillantemente como pudo: "¿Estás bien?"

Heather simplemente gruñó y se dio la vuelta. Verónica se enojó, harta de este constante cambio de humor sin motivo aparente. También afectó gravemente a todos los demás. Fue egoísta, aunque ¿qué más se podía esperar de Heather Chandler?

"Jesucristo, Heather", murmuró Veronica con cansancio, pellizcándose el puente de la nariz. "Es demasiado pronto para esto. Deja de ser tan jodidamente resignado y críptico por una vez.

"¡Todavía estoy enojado!" Heather susurró con dureza. "¡No te estás tomando esto en serio! Me avergüenzas delante de todos, me das una disculpa a medias, te pierdes nuestros planes de ir a follar con Jesse James, y parece que no te importa. ¿Quieres siquiera ser Heather?

"¿Seguimos hablando de esto? Dije que lo sentía un millón de veces, ¡pensé que ya lo habías superado! Ni siquiera es tan profundo, solo cálmate y deja de ser tan perra por una vez. ¡Estoy harta y cansada de estas peleas, Heather! ¡Sucede casi todos los días y es una estupidez!"

Ante la fuerte voz de Verónica, Mac comenzó a moverse lentamente y miró entre los dos suplicantemente con los ojos entrecerrados.

"Chicos, ¿podemos por favor no pelear ahora...?"

"Vete a la mierda, Sawyer". Heather escupió con saña, mientras se levantaba y entraba furiosa al baño, cerrando la puerta detrás de ella con tanta agresividad que la casa tembló.

Verónica contuvo un grito de frustración mientras echaba la cabeza hacia atrás contra la almohada. Esto estaba empezando a volverse aburrido.

"¿Estás bien, Ronnie?" Mac preguntó con ternura, dándole una mirada comprensiva.

Verónica simplemente se encogió de hombros, levantándose y comenzando a recoger sus pertenencias en silencio. Mac se limitó a mirarla, con una cara de decepción en lugar de una sonrisa radiante habitual. Una vez que Verónica tuvo todo, volvió a mirar a Mac.

"Dile a Heather que voy a casa caminando y que ya no necesito un estúpido aventón".

Mac miró al suelo. "Pero... ¿pensé que estaríamos todos juntos hoy? ¿Puedes unírtenos? ¿Por favor?"

Verónica sonrió con tristeza y sacudió la cabeza en tono de disculpa. "Lo siento Mac, tengo que irme. Nos vemos el lunes".

Mac observó impotente cómo Veronica salía sigilosamente de la habitación, dejándola sola con sus pensamientos, ya que de alguna manera, a pesar de toda la conmoción, Duke seguía durmiendo como un tronco. Sin embargo, no tuvo mucho tiempo, ya que Heather aprovechó ese momento para salir del baño nuevamente, con una pizca de maquillaje ahora en su rostro. Se dio cuenta de que había un miembro menos en la sala pero no dijo nada.