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❛Fue la esperanza de mi abuela la que me ha ayudado a sobrevivir, y la indiferencia de mi madre.❜
Querida sobrina, mi esposo y yo decidimos viajar hacia Rockdragon para visitar a la familia. Con estima, Rhaenys y Corlys Velaryon.
Los nervios que Ephimia— ahora Velaryon estaba obteniendo debido a la errada decisión de su madre Rhaenys, la ha dejado casi sin ganas de desayunar.
Su padre Corlys le mira con algo de culpabilidad, en cierta forma, es plenamente su culpa de que ahora con casi 15 inviernos ella todavía no haya sido presentada en la familia Targaryen. El rey no tenía idea de que Ephimia existía y mucho menos su heredera al trono. Ephimia desconocía el porqué de su miedo hacia Rhaenyra Targaryen, creyó que era un respeto incomprendido, de heredera poco querida a heredera que nunca obtendría su trono.
— Hija, no quiero dejar a estar la situación actual. Te veo en mal estado, ni siquiera has tocado tu comida.— Corlys le comenta preocupado, y no es sorpresa para ninguno de los sirvientes de la casa Velaryon.
Luego de la muerte de su no tan conocida hermana, Laena, su padre ha tenido una extraña actitud con ella. Y empeoró cuando Leonor se dio dado por muerto. Ahora la joven princesa poco podía disfrutar de sus solitarios paseos que siempre había apreciado, seguida siempre por su padre, madre o rodeada de guardias de la casa Velaryon. Ephimia deseaba ser desposada y huir del castillo.
— ¿Porque han esperado tanto tiempo para presentarme a la familia, padre?— Ephimia no da vueltas y pregunta con firmeza, con algo de angustia por la respuesta.— No entiendo del todo, se que mi nacimiento como Velaryon no es del todo común, pero.—
— Ephimia siempre has sido una niña enfermiza, pero llena de vida. Tu padre y yo siempre temimos perderte, así que hemos resguardado cada momento contigo.— ¿Qué? Las palabras de Rhaenys no son del todo claras para Ephimia.— Eso es lo que el rey conocerá cuando te vea querida, y sabrás tu que fue por tu propia seguridad.
Rhaenys ve como su marido con una clara señal de manos hecha a la servidumbre, y sonríe con nostalgia.— El día que llegaste a nuestras vidas, querida Ephimia, ha sido el día más maravilloso. Porque perdimos una hija, y los dioses nos dieron otra.
— Niña, no quisimos ponerte en peligro. No cuando tu pasado te acecha en tus hombros, el dolor nos envejeció, y quisimos aprovecharte lo máximo que pudimos.— Corlys se levanta de su asiento con valentía, y se para al lado de su unica princesa del mar.
>> ¿Entiendes eso, hija?— Las palabras de su padre, el hombre que no dudo ni un segundo en la decisión que tomó la Reina que Nunca Fue, le dejan helada. Porque en estos momentos, Ephimia se siente una maldita traicionera por sentirse amada por los Velaryon.
