La noticia de la boda de Daniel me golpeó como una ráfaga de viento helado. A pesar de los meses que habían pasado desde nuestra separación, el eco de los momentos vividos todavía me zarandeaba con fuerza. Cuando supe que se casaba, una mezcla de nostalgia y desesperación se apoderó de mí. ¿Es posible que me hubiera olvidado en tan poco tiempo? No podía ser así. Sin duda se trataba de una llamada de atención y estaba claro que me había dado cuenta. Alto y claro.
Pero lo que no entendía era porqué una boda ahora, si apenas dos meses atrás habíamos estado juntos por última vez. ¿Acaso no recordaba el sabor de mis besos o el peso de mi cuerpo? Yo sin duda era algo que no olvidaba. O mejor dicho, no quería olvidar.
No podía permitirme perderlo para siempre.Tenía que hacer algo.
Resistiéndome a llorar, decidí que haría todo lo posible para reconquistar su corazón. Busqué cualquier indicio de su despedida de soltero, una oportunidad para aparecer y recordarle lo que alguna vez compartimos. Gracias a las redes sociales, los secretos eran menos secretos y pude acceder a el minuto a minuto de su despedida de soltero.
El próximo sábado se celebraría su despedida en una casa rural a una hora de la ciudad.
Gracias Marcos, por ser tan generoso con tus actividades lúdicas. Nunca me caíste bien, pero tengo que reconocer que tienes tu punto, tu punto de imbécil por publicar todo a pesar de ser despedida de soltero.
Mis pensamientos se volvieron una tormenta de emociones mientras ideaba un plan para hacer una entrada impactante en esa noche crucial. Tenía que ser una oportunidad aprovechada.
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Aquí hay gato encerrado
Short StoryLa separación entre Emily y Daniel fue tan traumática que ella no lo olvida. Y ahora ha tenido que enterarse de que su gran amor se va a casar en breve. ¿Acaso se había olvidado tan fácilmente de ella? Emily no está dispuesta a dejar que eso ocurra...
