Las personas viven con muchos estereotipos, empezando porque un hombre debe estar una mujer y viceversa. Que tienes que estar con un hombre o una mujer de tu edad. Que debes ser recto, que debes andar bien, sacar buenas calificaciones. Tener un buen...
-Jacob por favor, necesito verte-susurré desesperada.
-Quédate en dónde estás, voy en unos minutos, y tranquila por favor-dijo él y colgué. Pasaron como 15 minutos y vi a Jacob que venía hacia mi. Rápidamente estalle en llanto y lo abracé.
-Hey, aquí estoy. No te voy a dejar nunca-dijo Jacob envolviéndome en sus brazos. Me separé de él y lo miré.
-Jacob nececito ayuda, yo ya no quiero seguir viviendo en esta ciudad. Tengo que irme lejos, sino terminaré volviéndome loca-dije y él me miró.
-¿Pero qué sucede ahora?-pregunto y lo miré.
-Estoy embarazada-susurré y él se quedó petrificado.
-Embarazada-dijo y asentí.
-Si, y... yo voy a tener el bebé y no quiero que viva aquí, cerca de todo el sufrimiento, del dolor. Yo quiero que él sea feliz, ¿me entiendes?-susurré y Jacob acarició mi mejilla.
-Te entiendo perfectamente, si quieres, puedes quedarte en mi apartamento en lo que decides que vas a hacer vale-dijo Jacob y lo miré.
-Te lo agradezco pero... quiero que me lleves al aeropuerto, por favor-dije y Jaocb negó.
-No te dejaré irte sola, además, no tienes nada para llevarte Mia. Empezar de cero no es fácil y mucho menos uno solo. Además, recuerda que tú tienes un bebé que te nececita bien, te nececita fuerte. Vamos a tomarlo con calma, ven conmigo. Luego pensamos en que haremos-dijo Jacob y lo volví abrazar.
-Gracias Jacob-dije.
*****
-Mira, yo dormiré en el sofá y tú dormirás en la cama-dijo Jacob y negué.
-No, yo dormiré en el sofá. Yo soy la que está aquí de más Jacob-dije y él se acercó a mi.
-Claro que no, además quiero que estés cómoda. Además el sillón es mucho más cómodo para mí que la cama. Así que dormirás y fin de la conversación. Ahora, preparé la cena, vamos a comer-dijo Jacob. Me senté en la mesa junto a él y él cerró sus ojos y comenzó a hacer una pequeña oración y yo no pude evitar pensar en todo, en Edward, en mamá en Amanda. Y sobre todo en mi bebé.
-Mía-la voz de Jacob me sacó de mis pensamientos.
-Todo va a estar bien-dijo Jacob agarrando mi mano.
-Eso espero-susurré.
Narra Edward
-¡Te dije que te detuvieras!-grité furioso y Amanda se detiene.
-¡Eres un cerdo!-gritó Amanda y le di una cachetada. Era la primera vez que le levantó la mano a mi hija, en realidad me arrepentí al instante.
-Nunca me habías pegado, pero esta fue la gota que derramó el vaso. Lo próximo que verás será una cita del juzgado para quitarme tu sucio apellido Edward. No quiero tener nada que me vincule a ti-dijo Amanda.
-¿Porque no puedes dejarme ser feliz? Mia es una excelente mujer. Ella... ella estuvo cuando más necesitaba a alguien, Mia es una chica extraordinaria-dije y Amanda me mira.
-Tan extraordinaria que terminó quitándome a Jacob y después terminó quitándome el amor de mi padre y encima de arrastrada y ahora viene con que está embarazada, no confíes en Mia, ella es una zorra que le gustan los hombres como tú para que le den la buena vida-dijo Amanda.
-Mia no es así, y mientras yo esté vivo la defenderé. Y te guste o no voy a tener a ese bebé y voy a casarme con Mia-dijo Amanda.
-Perfecto, si lo haces te olvidas de que una vez tuviste una hija Edward-dijo Amanda subiéndose a su coche. Golpeo la pared con fuerza.
No medí las consecuencias de mis actos.
Lo estoy perdiendo todo.
Mierda, dejé a Mia sola.
Regresé a la cafetería y no veía a Mia por ningún lado. Rápidamente tome el teléfono y la llamé pero cuando me doy cuenta el teléfono de Mia estaba en la mesa. Rápidamente vi al mesero.
-Disculpe, ¿usted a visto la chica que estaba conmigo?-dije y el mesero me miró.
-Ella salió muy desconsolada, literalmente corriendo de aquí hacia allá-dijo el mesero. Rápidamente fui a donde me dijo el mesero pero no la veía por ninguna parte. Esto ya no me estaba gustando.
-Disculpe, a visto una chica de esta estatura. Su cabello es negro y tiene unos ojos azules-dije y repetía y nadie la había visto.
-Hola Zara-dije.
-Edward estoy en el trabajo-dijo Zara.
-Mía se escapó-dije.
-¡¿Cómo que se escapó?! ¡Te la dejé a cargo! Mierda, si le pasó algo es tu culpa-dijo Zara desesperada. Colgué y así siguieron pasando las horas y ni un rastro de Mia. Está espera y desespero me estaban calcomiendo.
¿Y si le pasó algo a ella y a nuestro bebé?
Muchas preguntas vienen a mi mente.
-Ya fui a poner la denuncia, espero que mi hija aparezca sana y salva-dijo Zara estallando en llanto. Mis lágrimas no tardaron en salir.
Narra Mía
-Bonita, ¿cómo te sientes?-preguntó Jacob acariciando mi brazo.
-Bien-dije y él me miró.
-Deberías avisarle al menos a tu mamá que estás bien, debe de estar preocupada-dijo Jacob.
-Mi teléfono se quedó en la cafetería-dije y Jacob me da su teléfono.
-Llámala-dijo Jacob y asiento, me levanté de la cama y salí a el balcón. Rápidamente mi mamá contestó.
-Hola-dijo.
-Hola mamá-dije.
-Mía en dónde estás, estamos preocupados-dijo mi madre y yo miré hacia el cielo.
-Solo te llamé para que supieras que estoy bien, esta será la última vez que me volverás a escuchar. Me voy a ir lejos, creo que es momento de pensar en mí y ser feliz por una vez en mi vida. Quiero que mi hijo nazca en un lugar en el que nunca le falte el amor, y la felicidad. Quiero que mi bebé sea ese niño que yo no fui. Gracias por todo mamita, te amo mucho-dije.
-Mía, por favor no te vayas-dijo Edward.
-Creo que es lo mejor para todos y creo que en parte Amanda tiene mucha razón en odiarme, me metí con su papá y eso no es de una verdadera amiga. Espero que algún día ella pueda perdonarme y de todo corazón deseo que seas feliz y que tengas esa familia que tanto deseas. Espero que mi ausencia pueda reparar tu relación con Amanda y que sigan siendo los mismos que conocí, de ese amor puro y noble de un padre hacia su hija. Mi bebé tiene al mejor papá y créeme siempre se lo diré, te lo prometo-susurré y mis lágrimas no tardaron en salir.
-Mía, mi vida no tendría sentido sin ustedes. Para mí mi familia son Amanda tú y nuestro bebé. Por favor no me hagas esto-dijo Edward.
-Gracias por todo Edward, y... te perdono. Que seas muy feliz y cuida a mamá por mi, cuídate mucho por favor-dije y la voz de Edward se quebranta.
-Por favor, solo te pido que cuides a nuestro hijo y que le des mucho amor-dijo Edward.
-Te lo prometo, adiós Edward-dije y colgué. Mis lágrimas no tardaron en salir.
-¿Edward es el padre de tu bebé?-escuche la voz de Jacob.
-Si-dije.
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