Capitulo 10 (Recuperación)

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Narra Mía

-Si quieres dime dónde están tus cosas y yo las recojo-dijo Edward y negué.

-Esta bien, yo iré-dije y abrí la puerta pero él agarró mi mano y yo miré su agarre y luego lo miré a él y senti una sensación extraña recorrer todo mi cuerpo.

-No voy a dejarte sola, iré contigo-dijo él y solo asiento. Me bajé y él se bajó conmigo. Abrí la puerta y veo todo recogido y luego veo a mi madre que aparece.

-Mía-susurró y yo solo la ignoré. Subí las escaleras y Edward subió detrás de mí. Saqué una maleta y Edward la puso en mi cama y yo empecé a poner mis cosas en la cama y Edward las metía en la maleta.

-Mía, ¿qué estás haciendo? Esta es tu casa-dijo mi madre intentando acercarse a mi.

-No te me acerques, yo ya no quiero seguir viviendo contigo. Lamentablemente es momento de que piense en mí, ya me cansé de tus humillaciones-dije y veo como sus ojos se llenan de lágrimas.

-Me llegó una cita del juzgado-dijo ella y la miré.

-Ah ya veo porque estás tan dócil mamá. Pues si, voy a luchar por mis derechos-dije y ella mira a Edward.

-Tu eres el culpable de todo esto-dijo mi madre.

-Con Edward no te vas a meter, deberías agradecerle a él porque sino llegaba a ser por el estuviese muerta-dije y seguí poniendo cosas en la cama.

-Ahora Mía va a tener a alguien que la va a proteger y la cuidara-dijo Edward.

-Hija por favor no te vayas, te prometo que dejaré de tomar, y voy a cambiar. Yo te amo-dijo mi madre.

-Ya es demasiado tarde mamá-dije y Edward cerró la maleta.

-¿Ya tienes todo listo?-preguntó Edward y asentí.

-Solo me faltan mis medicinas-dije y caminé con Edward hacía la salida.

-Pues no te vas a llevar nada, si te vas de esta casa no te llevarás nada. Todo te lo compré yo-dije y ella le arrebató la maleta.

-Te recuerdo que la ropa que tengo me la compró mi papá, no tu mamá. Así que no me digas jodiendo la vida, devuélveme mi maleta-dije con coraje.

-Perfecto, vámonos Mia yo te compraré ropa. No tienes nada que hacer aquí. Nos vemos en el juzgado Sra. Zara-dijo Edward y salimos de la casa.

*****

-Esta será tu habitación, aquí en confianza-dijo Edward y lo abracé. El me devolvió el abrazo y en sus brazos me sentía segura. Escuchaba su corazón latir con mucha fuerza.

-Gracias-susurré con lágrimas.

-No tienes nada que agradecerme, solo quiero verte bien-dijo él y me separé y él acarició mi mejilla y ambos nos quedamos mirando por un largo rato. Su mirada bajó a mis labios y luego volvió a verme a los ojos.

Esa atracción, esa corriente volvió a sentirse en mi cuerpo.

-¡Mía!-escuche la voz de Amanda y rápidamente nos separamos. Me senté en el borde de la cama. Ella abrió la puerta.

-¡Nos vamos de compra!-chilló y solté una carcajada.

*****

-Te quiero contar un secreto-dijo Amanda y llevé un poco de helado a mi boca mientras caminábamos por el centro comercial.

-Dime-dije y ella me miró.

-Mi mamá me llamó, quiere verme. Pero no quiero ir, quiero darle una lección-dijo Amanda y nos sentamos.

-Creo que deberías darle una segunda oportunidad, es lo mejor para ambas-dije y ella me miró.

-¿Tú crees?-preguntó.

-Si-dije y ella sonríe.

-Además quiero contarte otra cosa, y tiene que ver con Jacob-dijo ella y la miré.

-¿Qué?-dije y ella sonríe.

-Me gusta Jacob-dijo ella y sonreí.

-¿El lo sabe?-dije y ella niega.

-Jacob es un excelente partido para ti, es muy cariñoso, caballeroso, respetuoso y es de los que ya no hay. Deberías decirle y salir con el-dije y ella me miró.

-Pero yo sé que le gustas a Jacob, no soy estúpida. Veo esas miradas que se dan-dijo ella y la miré.

-Amanda yo no siento nada por Jacob te lo juro, Jacob es muy guapo, pero jamás estaría con él. Mírame, jamás estaré a su nivel y además quiero estar sola. Estoy mejor así-dije y ella me miró.

-¿Alguna vez te haz enamorado?-preguntó y la miré.

-Solo una vez-dije bajando mi cabeza.

-¿Y porque no están juntos?-preguntó y la miré.

-Solo fui un reto para él-dije.

-¡Pero que cabron!-dijo Amanda molesta.

-Desde esa vez juré no volverme a enamorar, al final todos quieren lo mismo. Te usan y luego cuando no les sirves te desechan-dije y Amanda me miró.

-Por eso mismo quiero que cambies-dijo Amanda y la miré.

-¿A qué te refieres?-pregunte.

-Es momento de que dejes a la vieja Mía atrás y te vuelvas la mejor versión de ti. Ya dejemos de usar estas ropas viejas, grandes. Uses lentes de contacto, te peines diferente y yo te voy a ayudar-dijo Amanda y me tomó de la mano y lo primero que hicimos fue entrar a un salón de belleza.

-Quiero que le hagan un gran cambio-dijo Amanda y el estilista asiente.

Luego de un rato, ya no quería ni verme en el espejo. Amanda me cubre los ojos.

-¿Estas lista?-preguntó Amanda y negué. Ella me destapó mis ojos y no podía creer lo que mis ojos estaban viendo (Foto Multimedia).

-Quedaste hermosa-dijo Amanda y mis ojos no pudieron evitar llenarse de lágrimas.

-Ya quiero ver la cara de todos-dijo Amanda.

Narra Edward

-Esto es muy agotador-dije cerrando mi computador y quitándome los lentes. Me paré y fui a la cocina, tome un vaso y me serví un poco de limonada. Escucho la risa de Amanda y salí a la sala y en eso veo que abren la puerta y veo a Amanda.

-Papá, cierra tus ojos-dijo Amanda y la miré.

-¿Para que?-dije y ella sonríe.

-Solo hazme caso-dijo ella y asiento. Cerré mis ojos y escucho unos tacones.

-Ábrelos-dijo ella y abrí mis ojos.

Que hermosa...

Mis ojos no podían despegarse de ella por más que quería. Mía se sonrojó un poco y una estúpida sonrisa se formó sobre mis labios.

-Wow, estás hermosa-dije y ella sonríe.

-Gracias-dijo ella.

-Ven vamos a mi habitación-dijo Amanda llevándose a Mia a su habitación. Llevé ambas manos a mi rostro y lo estrujé.

Mía...

Tome un sorbo de limonada y a mi mente vinieron los labios de Mía y sus hermosos ojos.

Tome un sorbo de limonada y a mi mente vinieron los labios de Mía y sus hermosos ojos

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