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╰ ✧ ❝En su abrazo, el éxtasis y el calor eran un pecado irresistible, un juego de pasiones que convertía cada página en un placer prohibido.❞
Samael, el ángel más hermoso del paraíso...
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Toda la noche Samael había buscado por el Edén mientras intentaba no ser descubierto por alguno de sus hermanos; por un momento llegó a pensar que si iba al arroyo en donde todo empezó, tú estarías ahí como siempre, recibiéndolo con esa brillante sonrisa.
El suave murmullo del agua y el canto de los pájaros llenaban el aire, creando un ambiente tranquilo, pero tú no estabas ahí, aun así sus esperanzas de encontrarte no se desvanecían.
Él simplemente estaba allí sentado en el suelo cerca del arroyo, esperando un milagro de su padre y que apareciera.
Azrael cansado, suspiró. Odiaba ver a su hermano así y no quería romper su burbuja, pero si no regresaban pronto podrían ser descubiertos y tener problemas.
━━ Hermano... es hora de irnos. —Susurró el pelinegro mientras le daba unas palmaditas en la espalda.—
━━ Esperemos un poco más. —Pidió con la esperanza que salieras detrás de aquellos árboles cercanos y lo tomaras entre tus brazos.—
Con la llegada del amanecer, el Edén se vistió con tonalidades naranjas, creando un cielo pintoresco. Una suave neblina abrazaba el paisaje, haciendo que la temperatura descendiera ligeramente. Aunque el panorama parecía algo apagado, la vista del arroyo destacaba en su capacidad para transmitir serenidad.
En el tranquilo silencio de ese rincón paradisíaco, una risa femenina rompió la quietud. Su dulzura resonó en el aire, capaz de cautivar a cualquier ser vivo presente en aquel Edén.
━━ ¿Quién es?.. —le pregunto seriamente a su hermano Azrael.— ____ fue expulsada y justo una mujer acaba de reírse.
━━ Yo...—no tuvo tiempo de explicarse, ya que su hermano había empezado a ir a la dirección donde la risa provenía.— ¡SAMAEL!
Fue demasiado tarde para detener el caminar de Samael, este último uso sus alas para volar a un árbol cercano y pudo lograr ver a una mujer.
━━ Eres muy escurridizo...—Se quejó Azrael al llegar a su lado.— Con razón nadie nunca se enteró de tus visitas a ____.
Era casi igual a ____, las únicas diferencias eran la voz, ya que la de la desconocida era más dulce. La chica parecía llevarse bien con Adán, así que seguro en personalidad era algo diferente a ____.
Solo tenían esas únicas diferencias, pero eran tan parecidas que para Samael era perturbador.
La mujer fue tomada de la mano pro Adán y poco a poco se iban alejando de allí hasta que los ángeles que estaban agachados encima de una rama gruesa perdieron de vista a los humanos.
━━ Samael... perdón por no haberlo dicho antes... —La cara de enojo y de disgusto en Samael era notoria.— Ella es Eva, la nueva primera mujer.
