VI

198 24 1
                                    

_ ¡Charlie querida!_ saludó Alastor con alegría a la princesa del inframundo, quien estaba en el sofá con su novia Vaggie, envuelta en una de sus alas._ Lamento molestarte, ¿será necesario que me quede hoy en el hotel?

Charlie, que ya estaba casi dormida, miró a Alastor.

_ No, Al, si deseas salir, hazlo. Hoy estamos bastante desocupados, al parecer.

_ Muy bien, pequeña princesa. Antes de irme, te aconsejo que veas a tu viejo padre. Parece algo abrumado _ dijo Alastor antes de irse, cerrando la puerta principal.

Charlie iría más tarde en la noche a entregarle su cena. No deseaba molestarlo mucho, sabía el gran sufrimiento que aún tenía por el abandono de su madre.

Alastor se dirigió al barrio caníbal para encontrarse con su amiga, Rosie.

_ ¡Alastor muchachito! _ dijo Rosie al verlo, abrazándolo fuertemente y provocando aquel enternecedor sonido de cervatillo. _ ¿Qué te trae por aquí? Ya casi no nos queda carne de ángel, pero te guardé una porción de ala. Es pequeña, pero creo que es la mejor parte _ dijo, dirigiéndose a su cocina para sacar un plato bien servido con carne en salsa dorada, arroz y ensalada. _ Lo preparé especialmente para ti. Algo en mí me dijo que hoy pasarías por aquí.

_ Gracias, querida _ dijo Alastor educadamente, sentándose a la mesa para disfrutar de aquel manjar. _ Pero no es por esta delicia por lo que vine.

_ ¡Entonces, cuéntame! ¿Será sobre aquel plan que me contaste la otra vez con aquella muchachita?

_ Va por ahí, querida amiga _ dijo Alastor, degustando un poco de su platillo. _ Decidí que no iré por la hija, el padre parece una presa más fácil.

_ ¿Planeas manipular al rey? _ dijo Rosie, sin disimular su risa. _ Querido, sé que eres muy poderoso, pero no desobedezcas la jerarquía. La última vez con Lilith te fue muy mal.

Alastor se mostró algo molesto al recordar aquellos tiempos.

_ Siete años de mi no-vida a la basura, pero no, Rosie. Ahora sí tengo oportunidad _ dijo, con los ojos iluminados de ilusión. Era un demonio frío y manipulador, pero con Rosie podía mostrar otras facetas. _ ¡Mira, Lucifer está dolido, devastado por el abandono de esa bestia!

_ Ya veo, ya veo, cariño _ dijo Rosie, dando un trago a su taza de café. _ ¿Piensas reemplazar a la reina? No es tan mal plan. Tienes tanto porte y una figura esbelta, una voz maravillosamente atractiva. ¡Sí, sí, sí, ya te puedo ver conquistando al rey, no hay duda!

Alastor miró intrigado e impresionado.

_ No, querida, no pienso conquistarlo. Pienso destruirlo para obtener mi libertad.

_ También funcionaría... _ dijo Rosie, dando un suspiro y acercándose a él. _ Pero si lo conquistas, podrás reinar sobre todos. El reino de las tinieblas sería tuyo, el poder de Lilith sería tuyo. Si lo destruyes, solo obtendrías libertad. Pero la decisión siempre será tuya _ terminó su oración y le robó un pequeño trozo de carne.

Rosie aún no entendía cómo Alastor, siendo tan poderoso, podía a veces planear tan mal las cosas.

_ Querida, sabes que yo no amo a nadie.

_ Nadie dijo nada de que lo amarás, Alastor. Solo logra que él te ame.

_ Aunque te hiciera caso, no creo que Lucifer desee nada conmigo, Rosie.

_ Querido Alastor, ¿qué crees que disfrutaba Lucifer de Lilith?

_ ¿Fornicar?

_ ¡Para nada! _ dijo Rosie, dándole un golpe suave en la cabeza. _ ¡Compañía! Él disfrutaba la compañía de su esposa, el apoyo que le daba. Porque, querido demonio, fornicar, Lucifer lo podría hacer con quien quisiera.

_ Rosie, aunque suene tentador, el rey del inframundo no buscará consuelo en mí. Créeme, la relación que forje con él podría ser un desastre si mi objetivo cambia a conquistarlo realmente fracasará.

_ No, cariño. Con mi ayuda, el inframundo estará a tus pies, es más, iniciemos _ Rosie tomó su teléfono de una mesita pequeña junto a la mesa principal, era un teléfono antiguo de aquellos de cuerda con disco para marcar. _ ¡Charlie querida, qué gusto hablar contigo! ¿Alastor? No, él no está aquí, igual no deseo hablar sobre ese muchachito. Tengo una propuesta maravillosa para ti y tu hotel. ¡Inauguramos hace poco unas cuantas atracciones aquí en el barrio caníbal! Sí, sí, entiendo que tu padre no querrá venir, ya sé que se negó también a mi invitación a cenar. Pero el resto de tu gente, princesa, merecen un descanso después de esa batalla y todo su esfuerzo. ¡Vengan, será su recompensa! ¿Entonces es un trato? ¡Mañana desde temprano los espero, cariño!

_ ¿Qué acabas de hacer? _ Alastor preguntó intrigado.

_ Darte tiempo a solas con el rey en un hotel vacío, cariño. Aprovecha bien esto mañana y pronto te veré reinando, así que aleja ese orgullo y trata bien a su majestad.

el precio de la libertad~RadioappleWhere stories live. Discover now