El demonio es mi marido (+18) LIBRO 1 Y 2 EDITANDO

1. Así empezó todo

***NARRADOR***

Aitana Brown es una chica de dieciocho años, bueno, casi. Esta vive en Madrid, España desde que tiene memoria aunque sus padres son alemanes. Ambos viajaron a España para formar una familia hace más o menos veinte años y de su matrimonio resultó su única hija, Aitana. Esta es una niña muy mimada, ya que sus padres no pudieron tener más hijos debido a una serie de problemas que su madre tuvo y por tanto, malcriaron a su primogénita. Aunque claro está que también le exigieron mucho y, fueron muy duros en cuanto a sus estudios y a los chicos. 

Sí, a los chicos. En sus dieciocho años de vida Aitana solo ha tenido dos novios y, obviamente, ambos a escondidas de sus padres. Eso sí, ya no es virgen. Se entregó a su ex novio, a quién ella amaba pero este demostró ser un cabrón y por eso su relación se rompió.  Y, aunque Aitana ya lo ha superado, de vez en cuando se sigue acordando de lo idiota que fue al confiar en él.  

Dejando esto de lado, hoy es su cumpleaños, por fin cumple sus ansiados dieciocho años. Lleva esperando este momento desde que clavó sus ojos café sobre aquel auto caro color blanco en el concesionario, el día que acompañó a su padre. Ansia tener ese coche en su poder, y conociendo a sus padres, está segura que ese será su regalo o quizá una casa para ella sola. 

Sin embargo nunca esperó que lo que pasó sucediera, no lo vio venir, en ningún momento. 

- Cariño, ¿estas nerviosa? - cuestiona su madre mientras la abraza.Esta asiente con la cabeza, si apartar su vista del pasillo por el que su padre se adentra al salón cargando una pequeña caja roja con un lazo blanco. Este muestra una amplia sonrisa, de oreja a oreja.

- Felicidades - grita el y se une al abrazo de las dos mujeres apretándolas hasta casi dejarlas sin respirar. Y claro que, después del abrazo colectivo sus padres le entregan la pequeña caja. Ella está ansiosa, sus ojos brillan de emoción. ¿Será el coche o será la casa? Quiere agitar la caja pero se abstiene. 

- Muchas gracias, os quiero - dice antes de abrirlo, pues, seguramente de haberlo dicho después hubiera sonado muy falso. 

Abre la caja, encontrándose que dentro de ella hay una carta y otra caja más pequeña aún. Mira a sus padres tratando de averiguar si quizá se están burlando de ella, pero los ojos de ambos brillan con la misma intensidad de antes. 

Sorprendida y emocionada prosigue y abre la pequeña caja. Su cara es de asombro al descubrir lo que había dentro: un anillo de oro con pequeños diamantes incrustados formando una preciosa flor. 

Es maravilloso - piensa. 

Los nervios de sus padres están a flor de piel ¿Cómo reaccionara su hija? se cuestionan ambos sin dejar de mirarla.

La chica agarra el sobre, dejando ambas cajas sobre la mesa del salón. Lo abre despacio, como si intuyera que aquella carta cambiaría su vida. Comienza a leer y su cara es un poema, y no uno feliz. Muerde su labio nerviosa sin dejar de leer. Trata de no llorar, al descubrir que, el regalo de sus padres no era un bonito anillo y una carta de Feliz cumpleaños, sino más bien un matrimonio forzado con un desconocido. 

Sus manos tiemblan, las palmas le comienzan a sudar. Guarda la carta en el sobre y lo deja dentro de la caja, al igual que el anillo. 

Sus padres están ansiosos, esperando cualquier reacción pero ella no sabe que hacer. 

- Cariño, ¿ que opinas ? - le preguntan a la vez, agarrándose las manos el uno al otro

La chica siente como el mundo se derrumba a sus pies, respira, traga sonoramente y sonríe falso. 

- Es un precioso anillo, gracias - replica manteniendo aquella sonrisa aunque no está segura de cuanto tiempo podrá aguantar. 

-No nos des las gracias cariño, es el regalo que tu prometido te ha enviado. Volverá mañana en la mañana de EEUU para verte y para casarse contigo. Felicidades, mi hija - le contesta su padre, sin arrepentimiento, sin culpa. Simplemente feliz.