Progolo

63 5 0
                                    

En la antiguedad cuando el universo de los dioses se creo, los seis mundos aparecieron en diferentes lugares creando así diferentes reinos que están en perfecto equilibrio. Estos eran habitados por diferentes razas; el inframundo era gobernado por los oscuros conocidos antes como dioses caídos, el reino de las bestias quién tenía al actual Qiling como su gobernante, el reino de las aves estaba regido por la sangre del antiguo fénix real. Luego le seguían los habitantes del mar, eran guerreros feroces que podían asesinar sin pestañar aún cuando su belleza etérea les diera un aire angelical, después estaba el reino humano. Conocido por ser el más conflictivo entre los demás, debido a la naturaleza de sus habitantes sin contar que era el lugar con menos restricción por parte del emperador celestial. Lo que lo convertía en el sitio perfecto para que los demás dioses fueran a causar estragos.

Y por último él sitió más importante, el reino celestial. Este se encargaba de vigilar que todo se mantuviera en perfecta armonía y comandaba a los demás seres del mundo. Su lugar favorecido se debía a qué eran dioses de sangre real que fueron elegidos por el antiguo emperador de luz (dragón dorado) quién nació trás lograr vencer al origen caos. Trayendo la paz a todos los seres se estableció como el nuevo gobernate, su descendencia fue bendecida con la sangre de las antiguas deidades supremas cosa que los puso por sobre las demás seres.

En ese lugar vivía una joven diosa, la tercera princesa de ese reino, Xian Yin. Una niña que era despreciada por su madre, la actual emperatriz celestial originaria del clan fénix. Su odio se debía al engañó que sufrió por parte de su esposo, quién tuvo una aventura con un espíritu inmortal. Por lo que cuando nació fue apartada de su madre y llevada al palacio de los nueve cielos. A pesar de ser alguien de sangre contaminada también corrían por sus venas la sangre real de los poderosos dragones. No podían dejar a la deriva a un descendiente con ésas características, por lo que fue criada en el palacio de las siete lunas.

Viviendo encerrada toda su vida como sí fuese un pecado su existencia, la niña creció con ansias de conocer el mundo que estaba más allá de esas paredes blancas y miles de estrellas que la rodeaban. Sabía por los relatos de las otras deidades que los otros reinos eran hermosos, sí era peligroso, pero también fascinante. Una llama de esperanza comenzó a crecer en su interior, ella también quería experimentar ésas anectodas y sentirse viva por primera vez en toda su existencia. Sin decirle a nadie sobre su deseo, rezo con todo su corazón al mar de las estrellas fugaces y pidió su deseo esperando que este se hiciera realidad.

_"Quiero sentir todas las emociones que el corazón puede albergar"_su voz armoniosa atravesó el universo hasta llegar al fondo de una prisión que se encontraba en el nivel mas remoto del inframundo. Allí había un ser demasiado antiguo que descansaba o más bien que estaba sellado por el resto de la eternidad. Al oír tales palabras sus ojos azul eléctrico se abrieron iluminado la inmensa oscuridad que lo tragaba.

_Aun existe alguien con el corazón puro que no haz podido contaminar_su voz era rasposa, pero tenía una voluntad firme que no había sido extinguida a pesar de los constantes miles de años de encierro.

_ Sí, ese es tu deseo entonces te ayudaré a cumplirlo_una luz de color dorado como los rayos del sol salió de su mano transformándose en un pequeño dragón de preciosas escamas azules con verde esmeralda._ Experimenta todas las emociones del mundo humano; miedo, sorpresa, tristeza, alegría, odio y finalmente amor. Pero rescuerda nunca entregues tú corazón o será tú perdición.

El pequeño dragón de luz brillo intensamente en la celda antes de desaparecer e irse donde estaba la niña. Cuando la encontró se posó en su mano y se enroscó en su muñeca jugueteó en su piel pálida hasta instalarse en su pecho justo donde se ubica el corazón. Una vez allí se impregnó en su interior dejando un rayo de luz para finalmente desaparecer. Un dolor agudo punzó en el pecho de la niña, sentía un calor extraño en su interior como sí se estuviera quemando por dentro. Cada parte de ella ardía como sí se fuese a incendiar en cualquier momento. Quería gritar por el dolor inmenso que sentía, su corazón latía desbocado parecía que estaba peleando con una fuerza invisible que lo invadía. Había una batalla en su interior, la energía que la protegía estaba actuando como defensa ante el poder intruso, pero este era demasiado abrumador que era imposible seguir el ritmo.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Mar 07 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Love Lies Where stories live. Discover now