✖ 23. "El corazón nunca se equivoca"

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«¿Cuándo se convirtió en todo un hombre maduro?» se preguntó interiormente mientras observaba sus rasgos físicos.

El aire se le cortó al sentir la mano de Justin por debajo de la camisa que él mismo le prestó para dormir más cómoda. Sus dedos le rozaron el pezón, el cual se endureció ante el tacto. Un jadeo se escapó de sus labios y su mente se nubló; no podía pensar nada coherente teniendo en cuenta que la estaba tocando. Mucho menos en el momento que las manos de él se dirigieron a sus muslos internos y tocaron su feminidad por encima de la delgada tela de sus bragas. Intentó apartar la mano del ojimiel, cosa que fue en vano. Acto seguido sintió unos húmedos labios sobre la piel sensible de su cuello, su punto más débil. Kelsey gimió y levantó las caderas, en busca de más contacto. El contacto de las manos de Justin sobre su, ahora, caliente cuerpo.

Santos cielos, estaba húmeda.

Añoraba sentir las manos de Justin por todo su cuerpo. Tocándola y besándola, haciéndole el amor de mil maneras diferentes.

—¿Kelsey? Oye, despierta... ¿Te encuentras bien? —movió su cuerpo para despertarla. Poco a poco los ojos de la castaña se abrieron y al ver a Justin retrocedió. —¿Por qué estás tan agitada?

—¿T-tú no estabas...? —tragó en seco, y lo miró avergonzada. ¡Ella había soñado que Justin la tocaba! Y para el colmo sus bragas estaban humedecidas, aparentemente por lo que había soñado. —Necesito ir al baño.

No lo miró.

Estaba tan avergonzada de sí misma que no tuvo el valor de mirarlo a los ojos. Seguramente sus mejillas estaban encendidas por el enrojecimiento. Podía sentir el sudor bajando por su frente. El sueño se sintió tan real que por un momento quería volver a cerrar los ojos, volver a soñar lo mismo y no despertar nunca más.

Definitivamente no fue buena idea dormir con Justin en la misma cama.

—¿Estás bien, Kels? Te noto muy agitada y nerviosa... —murmuró, mirándola preocupado. —Si te sientes mal, solo dímelo. Puedo llamar al doctor para que...

Lo interrumpió.

—No, no, no. Estoy bien, no te preocupes por mí —le dedicó una cálida sonrisa. —Solo necesito ir al baño, de todos modos gracias por preocuparte por mí.

—Mhmm, está bien —dijo no muy convencido.

Asintió con la cabeza, se levantó de la cama y caminó hacia el baño con pasos torpes. Cerró la puerta y apoyó las manos en la pared, miró su reflejo en el espejo e hizo una mueca de disgusto. Abrió el grifo del lavamanos y se echó agua en el rostro, incluso se pasó las manos mojadas por el cuello y brazos para así bajar la calentura de su cuerpo, cerró el grifo y limpió su rostro con una pequeña toalla que se encontraba a un costado. En el momento que levantó la cabeza observó el reflejo de Justin en el espejo, quien se encontraba detrás de ella.

Giró sobre sus talones y lo miró a los ojos, sosteniéndole la mirada.

—Quería asegurarme de que estuvieses bien.

—Estoy bien —respondió en voz baja.

—Me desperté cuando te escuché gritar mi nombre. Te movías mucho y estabas muy agitada, pensé que era una pesadilla y te desperté... Cuando por fin despertaste, te veías afligida —hizo una mueca. —¿Qué fue lo que soñaste?

—Ah sí... Y-yo soñé q-que te habían secuestrado —titubeó. —Intenté salvarte, pero ellos te mataron. Fue horrible.

—Hmm, me imagino que sí —soltó una pequeña carcajada, mirándola divertido. Kelsey frunció el ceño y lo miró extrañada. —¿Te bañarás tú primero o...?

Lo que un día fue » Justin Bieber ➳Editando.Where stories live. Discover now