Regulo mis emociones, manteniendo mi fachada serena, y dejo para después todos estos pensamientos invasivos.
—Habla.
—Bien. —abre la carpeta, mostrando la primera página, que trata del historial de la chica sonriente en la fotografía en una esquina del expediente. — Odette Grant Gutiérrez. Nacida el 28 de julio de 1997.
—Es muy joven —me refiero claramente por la chica que auxiliamos. — Sus padres deben estar muy preocupados por ella.
—Nadie.
Frunzo el ceño, creyendo no oír bien. —¿Cómo que nadie?
—Según esto, murieron hace tiempo junto a sus dos hermanos mayores, pero no dice si vive con alguien —pasa a la siguiente página, inspeccionándola como si fuera la primera vez. — No tiene ni un antecedente penal. Ni siquiera por una pequeña infracción de tránsito en todos sus años de vida. --sigue cambiando hasta la última hoja que muestra la fotografía de un auto que me parece conocido. — Y luego aparece esta demanda por hurto vehícular. Es el auto donde encontramos a Odette.
Levanta la vista del expediente hacia mí, comprobando si estaba entendiendo lo que me presentaba, que en efecto, mi cerebro, al estar ya tranquilo, podía absorber todo sin problemas. Mas en mi interior me recorría un escalofrío inmenso.
¿Quién rayos es esta chica?
—Ya investigamos al dueño del auto y no tiene ninguna relación consanguínea con ella. Aún debemos interrogarlo para ver si la conoce, pero hasta ahora su declaración dice que a eso de las 23hrs salió de un restaurante y su auto estacionado ya no estaba.
—Pero si no tiene antecedentes penales, ¿por qué empezaría ahora?
Se encoge de hombros. —No lo sé.
—No tiene sentido.
En Escocia muy poca gente se ve en la necesidad de robar cualquier chatarra, incluso para los mismos ladrones sería imposible. Era tan tranquilo que la paquetería la dejaban a la entrada de tu casa y nadie la movía de ahí.
Tal vez estaba muy urgida por vender algo fácilmente para obtener, quizás... ¿Drogas?
Seth mira sobre mi hombro interesado y yo sigo su mirada al escuchar pasos detenerse cerca de nosotros. Al ver que es el médico tratante, ambos nos levantamos atentos a sus palabras.
—Buenos días, soy el Doctor Murray. ¿Usted vino con la joven?—pregunta mirándome encima de sus lentes redondos.
Yo trago saliva y afirmo con la cabeza diligentemente al sentir el pequeño empujón de Seth. —¿Cómo está?
—Establé. —Asiente. —Debido a la gravedad de sus heridas, no puede moverse. Es por esto que le hemos inducido el coma hasta que veamos una mejora, ya que de estar despierta, por donde se gire, se le abrirían los puntos.—Suspira y se acomoda los anteojos.
—De casualidad... —hablo antes de que prosiguiera. — ¿Sus exámenes de sangre arrojaron algún resultado de posibles drogas o alcohol en su sistema?
—No, nada de eso. Está completamente limpia. — Asiento y dejo que continúe. — Estaba muy débil por la pérdida de sangre. Tuvo un paro cardíaco en medio de la cirugía, pero logramos traerla de regreso. Ella sin duda se está aferrando a la vida —sonríe satisfecho. — Tiene cinco costillas fisuradas, lo que es bueno para ella porque no trae consecuencias mayores que el mismo dolor. Y el corte profundo en su vientre no ha perforado ningún órgano vital, pero... -su ahora seriedad recorre como un hielo en mi espina. — También tiene múltiples cortes hechas por un arma corta punzante, hematomas en todo el cuerpo y flagelaciones en la espalda y piernas.
—¿Está seguro que no son del accidente, Doctor?—pregunta Seth adelantándose a mi cuerpo que está de piedra.
—Muy seguro. —Su boca forma una mueca de lástima. — Lo más probable es que la muchacha haya sido torturada desde hace pocos días antes de volcarse.
De golpe se me junta toda la información entregada por el doctor y la de Seth. Sé que él piensa lo mismo que yo, por algo es un detective.
Entonces la situación estaba clara frente a nosotros referente a lo que había sucedido. Odette no era ninguna drogadicta ni una ladrona. Ella robó ese vehículo porque estaba escapando de su abusador.
—Por políticas del hospital debo llamar a la policía para que se hagan cargo de esto y vean qué hacer con la chica. Alguien debe estar muy preocupado buscándola.
Seth y yo nos miramos con lástima. Todavía existía la posibilidad de que alguien llamara a la policía por ella, pero por ahora estaba completamente abandonada.
—No se preocupe en llamar, Doc. —mi amigo le detiene su andar y muestra su placa policial. — Detective Mackenzie. Desde ahora la joven está a mi cargo. Usted solo debe entregar el informe médico, mantenerme informado de su evolución y dejar la situación bajo total confidencialidad.
El hombre asiente y le hace una seña para que avance hacia recepción donde una enfermera le espera.
—Por favor, necesitaremos los datos de la joven —estrechas nuestras manos en despedida. —Si me disculpan, me retiro.
Entre tanto Seth hace su trabajo y registra a Odette, yo tomo asiento saturado de tantas conmociones en una sola noche. ¡Me estaban volviendo loco!
Miro un punto fijo en el suelo y me recuesto en el respaldo tratando de mantenerme sereno, entonces me doy cuenta de que mi despistado amigo ha dejado su carpeta abierta en el asiento, exponiendo el rostro joven, fresco y sonriente de una mujer aparentemente incauta.
¡Pobre chica!
¿Qué cosas tan horribles tuvo que pasar? Y qué valentía la de ella para sacar, tal vez, sus últimas fuerzas físicas y escapar.
No puedo ni imaginarme cómo se sentirá cuando despierte. Arreglar un alma rota requiere de mucha voluntad, paciencia y apoyo. ¿Cómo puedes pedirle a alguien así, figuradamente sola en el mundo, que tenga esperanzas y siga adelante? ¿Tendrá alguien si quiera que la motive a luchar?
Habría que esperar a ver qué ocurre en los próximos días.
ESTÁS LEYENDO
Fragmentos del Olvido (+18 Explicito )
RomanceNo existe el hombre perfecto, ni existe la mujer perfecta. Solo existen personas imperfectas y llenas de problemas intentando darlo todo por un amor. ¿Qué darías tú? ¿Serias capaz de hacer un acto de amor tan grande como el dejar marchar a la perso...
Capitulo 3
Comenzar desde el principio
