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Ambas miradas seguían conectadas, escuchandose de fondo las olas del mar y sintiendo el suave viento sobre ellos.

Gold: ¿Esta bien que quiera estar contigo, a pesar de que dudo de mis sentimientos?.

Fred sonrió y lentamente lo abrazo, rodeándolo completamente con sus brazos.

Fred: ¿De qué dudas? Solo confía en lo que sientes, ya me hallaste, encontraste a tu alma gemela, pero depende de ti si quieres amarme y que este contigo.

Levantó su rostro, para ver a Gold, acurrucandose en su pecho.

Fred: ¿Me amas?.

La preguntó hizo que su corazón acelerara, aquellos sentimientos que negaba, ya no podía encerrarlos más, debía aceptarlo, amaba a Fred, adoraba cada gesto suyo, cada acción o comportamiento que hacía... Sí, eran sus emociones, su sentir, de él, no porque alguien haya decidido por él.

Fred: Si quieres que esté contigo, lo haré, pero si es lo contrario... Lo aceptaré.

Esas palabras bastaron para abrazarlo con fuerza y corresponder.

Gold: Sí, te amo.

La confesión hizo que los ojos de Fred brillarán, como si hubiera visto la maravilla más hermosa del mundo.
Ambos se miraron nuevamente, y sin alguna duda juntaron sus labios, besando con pasión y amor.

[♠️]

Sin más apuro, encontraron un hotel, y pidieron una habitación, las ansias de ambos era grande, el deseo se desbordaba, hace mucho que querían satisfacer el querer estar juntos, ya no esperarían más. Al llegar a la puerta del cuarto, tan pronto entraron, cerraron con seguro y volvieron a unir sus labios, esta vez con anhelo.
Gold cargo a Fred, tomándolo de los glúteos para levantarlo, tumbandose en la cama, sin separarse y comiéndose el uno a otro, pararon para tomar algo de aire, viéndose nuevamente, los ojos de ambos ahora estaba lleno de amor y sentimientos verdaderos.

Fred: Ahora sí estás engañando a tu esposa.

Dijo divertido, riendo Gold por aquello, abrazándolo, sin querer soltarlo, sintiendo el cuerpo contrario, que era más pequeño que el de él, Fred acariciaba sus cabellos con ternura y suavidad.

Gold: ¿Esto está bien?.
Fred: Deja de dudar.

El mayor asintió, acercandolo más a él.

Gold: ¿Te cuento algo?.
Fred: ¿Es tu primera vez?.

Dijo en broma, pero Gold no respondió, Fred estando asombrado y tomó su rostro para verlo a los ojos.

Fred: Tú primera vez con un chico ¿No?.

Gold miró hacia un lado, sonrojandose, aun sin responder.

Fred: Espera ¿Eres virgen, nunca se la metiste a Samanta?.

Las palabras de Fred hacían sonrojar más a Gold por la vergüenza, el pelinegro estando asombrado y comenzando a reír.

Gold: No te burles.
Fred: Te creería que es tu primera vez con un chico, pero que sea tu primera primerísima vez, es para reírme, perdón.

Gold hincho sus cachetes como un niño, haciendo un puchero, recordandole como Golden se ponía con Freddy, sí, por algo eran hermanos.

𝐀𝐜𝐮𝐚𝐫𝐞𝐥𝐚𝐬 𝐃𝐞 𝐀𝐦𝐨𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora