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Gold salió del lugar, sentía un dolor inmenso en el pecho, su corazón estaba como si lo estrujaran, la respiración le faltaba, las sensaciones que tenía... Eran la primera vez que lo experimentaba.
Al estar fuera, trato de calmarse, inhalando y exhalando, poco a poco se tranquilizaba; pensó con claridad.

Gold: Comprometido con Owyn...

Dijo en un susurro, se apoyo en la baranda del balcón, esto debía hacerlo sentir tranquilo, con este compromiso, Fred ya no lo molestaría y su vida volvería a como era, pero... No era así, esto le inquietaba, llenándolo de emociones que no había sentido antes.
Suspiro.

Fred: Profesor...

Llamo el pelinegro, el docente no quiso voltear, no quería verlo, pero debía hacerlo, trago en seco y sus miradas chocaron.
Ninguno habló, Gold quería decir algo, pero sentía un nudo en su garganta.

Gold: Alfred...

Pronunció suave y lento, inhalo y exhalo...

Gold: Yo... Yo lo felicito por su compromiso.

Dijo por fin, apretó sus manos y miró hacia otra parte, no quería verlo.

Fred: No me felicite por algo de lo que no estoy orgulloso.
Gold: Su compromiso...
Fred: Fue decisión de mi madre, yo no estoy de acuerdo con eso, Owyn tampoco.

Fred se acercó, tomó el rostro de su profesor para que lo mirara a los ojos.

Fred: Ya le dije, usted y yo estamos destinados a estar juntos.

El corazón de Fred comenzó a palpitar con rapidez, no sabía aquello ¿Era amor?
El plan solo era enamorar a su profesor, pero él terminó amando a Gold, a pesar de lo poco que lo conocía.

Fred: Yo lo quiero a usted.

Lo abrazo fuertemente, Gold sentía su corazón retumbando de felicidad, de un lado a otro ¿Qué era este sentimiento?...

Gold: Fred...

Llamo al nombrado, este le miró, ambos viéndose el uno al otro, Gold sobó con delicadeza el rostro del contrario y sus rostros se acercaron más, juntando sus labios, un beso de cariño entre ambos, hasta separarse.

Fred: Gold, yo te amo a ti y no debes preocuparte por ese compromiso, haré algo para romperlo.

Gold aún tenia su mano en la mejilla de Fred, este aprovecho y beso la palma de la mano de su profesor, siendo coqueto y sensual al hacerlo, el docente entró en sus sentidos, alejándose con nervios y sonrojandose a más no poder.

Gold: Y-Yo... No debe decir eso joven Alfred, no debe...
Fred: Tú eres lo importante para mí.

Lo abrazo nuevamente, sin querer soltarlo, Gold no sabía que hacer en esta situación, no controlaba lo que hacía, se sentía raro, no podía explicar lo que le sucedía.

Fred: Me pone feliz que no se haya disculpado por el beso que me dio.

Dijo coqueto, y con una de sus manos, sobo los labios del mayor, se paro de puntas como pudo para alcanzar la altura del contrario, y le dio un besito chiquito.

Fred: Bien, es momento de irme o mi madre andará preguntandose en dónde estoy, debería hacer lo mismo, profesor~.

Canturreo, dando una risilla como un niño que acaba de hacer una travesura, entro nuevamente a donde estaban los demás invitados, Gold se quedo sin palabras, su rostro completamente rojo, dio un suspiro, debía calmarse, estar tranquilo como si nada hubiera pasado, pero simplemente no podía, no entendía como es que aquel chico de cabellos negros lo ponía de tal manera.

𝐀𝐜𝐮𝐚𝐫𝐞𝐥𝐚𝐬 𝐃𝐞 𝐀𝐦𝐨𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora