"Vientos Entrelazados"

La famosa Villa

Me encontraba despierta, dando vueltas en la cama desde las cuatro de la mañana, no podía descansar, estaba ansiosa, mi cerebro estaba totalmente consciente de que hoy era mi cumpleaños número dieciocho y sabía que este mismo día me tocaba ir a inscribirme en la Villa de entrenamiento. Mis padres aún no despertaban y no quería arruinarles sus famosas serenatas de celebración, así que decidí seguir en mi cama, solo podía pensar en el miedo que me genera conocer a otros elementales. Papá y mamá siempre han dicho que debo tener cuidado, algunos de ellos pueden ser peligrosos para mí, como yo para ellos. Sin embargo, yo sí conozco a aldeanos diferentes, ser la hija de los jefes de Ardentia, conlleva a que te lleven a las reuniones del consejo y compartir con los hijos de los jefes, era divertido, pero al cumplir los 12 años solo me quedaba en la aldea a entrenar. No los he visto desde ese entonces. Solo he mantenido comunicación con uno de ellos, por ser el hijo del surtidor de agua potable de nuestro hogar.

De pronto, escucho que abren la puerta y me cantan el "Cumpleaños Feliz" mi madre me besa la frente y mi padre me abraza fuertemente, sé que ambos están orgullosos, su fabulosa hija Aria Blackwood, una elemental del aire de estatura modesta y complexión delgada, ojos grises que reflejan la ligereza del viento, y mi cabello castaño con mechas grises que danza con las corrientes. A pesar de mi pequeña estatura, encuentro belleza en mi piel blanca adornada con pecas, recordando mi conexión con el cielo y las corrientes invisibles que guían mi ser. Todo lo contrario, a mamá es atlética y tiene mucha energía, en cambio, papá es resolutivo, organizado y con un liderazgo innato, yo solo espero sacar algo de ambos. Mamá me invita a desayunar antes de irse a trabajar y papá se va con urgencias por asuntos de la aldea.

Siento la mirada de orgullo de mi madre

-¡Feliz cumpleaños, mi querida Aria! Dieciocho años ya, ¡cómo pasa el tiempo! Dice con un cálida sonrisa mientras se acerca a abrazarme y dejar muchos besos en mi frente.

-Gracias, mamá. No puedo creer que ya tenga dieciocho. Pero sabes, lo que más me emociona es el regalo que me dijiste que tendría este año. Digo mientras alzo las manos emocionada

-Ah, eso es algo que tendrás que descubrir por ti misma. Pero estoy segura de que te encantará. Dice de forma misteriosa

-¿Puedes darme alguna pista al menos? Le respondo rascándome la cabeza y observando mi alrededor a ver si pillo algo diferente.

-No, no quiero arruinar la sorpresa. Solo asegúrate de estar lista para una nueva aventura. Dice mientras sonríe y se va a terminar el desayuno.

Therissa Blackwood es una de las mejores elementales de aire que pueda existir, desde sus catorce años ha dominado el viento con agilidad, uno de sus dotes es ser la más guapa de su tiempo y así mi padre cayo rendido a sus pies, se casaron cuando tenían veinte años y un año más tarde, fueron elegidos por el consejo que eran mis abuelos y otros elementales para dirigir Ardentia, dicen que antes de que yo naciera, todo era un caos, ningún elemental convivía al menos que se encontraran en el bosque, hasta que se creó el consejo como un medio para que dominara la paz y la unión de los aldeanos de Ardentia. Mi papa apuesta por el bien de todos, aunque dice que los que menos se controlan son los elementales del fuego (los quemados) y nunca me ha dejado asistir a las reuniones de consejo que fueran en la aldea de fuego, dice que es la peor parte del pueblo. Mi madre se acerca con una pequeña caja en las manos y la abre para mí.

-¡Un colgante con el símbolo del aire! Es hermoso, mamá. Digo con emoción. ¿Qué significa? Pregunto

-Significa que estás lista para dar el siguiente paso en tu entrenamiento, querida.

-¿El siguiente paso? ¿Qué quieres decir?

-Hoy, en tu cumpleaños número dieciocho, es el momento adecuado para que comiences tu entrenamiento en la Villa Elemental. Es hora de que perfecciones tus habilidades con los otros elementales.