—Si estan, Max viene ahí —miramos hacía donde Raúl miraba

Efectivamente, Max venía hacia nosotros.

—Hola chicos

—Hola —contestaron Emilia y Raúl, yo no tenía muchas ganas de hablar con él

—Emilia, ¿puedo hablar contigo?

— Mi novio y yo iremos a buscar la mesa de bebidas ¿te vemos adentro? —asintió— De acuerdo

Una vez que entramos a la casa, la música se escuchaba más fuerte, el aire caluroso nos abrazo, tuvimos que atravesar muchos adolescentes locos para poder llegar hasta la cocina.

—Miren quien llego —sonreí al ver a las chicas ahí

—¿Qué hacen aquí? —pregunté al saludarlas a todas

—Acabamos de llegar

—Y venimos por unos tragos para entrar en calor

—Bueno, al parecer pensamos igual —agradecí a Raúl en cuando me dio un vaso de alcohol y refresco

—Creímos que vendrías con la capitana

—Que ofendido me siento —reímos ante el comentario de Raúl

—Discúlpanos Raúl, es que es extraño que un hombre esté entre todas nosotras

—Aparte que la mayoría somos gays —las chicas rieron

—Dejen de bulear a mi novio —deje un beso en su mejilla—, discúlpalas mi amor

—Descuida, puedo acostumbrarme

—Iu, heteros —mire mal a Dennis, las chicas soltaron una carcajada

Mi mejor amiga llegó después de un rato, charlo con las chicas antes de que yo la sacara a bailar.

—¿Era necesario? —las chicas nos hicieron compañía

—Antes de que la canción termine, sí

Single Ladies de Beyoncé estaba sonando de fondo.

Bailamos hasta que la canción terminó, di un pequeño grito al escuchar que One Wish de Fifth Harmony empezó a sonar.

Empecé a bailar y cantar, Emilia me acompañaba a la par.

—En serio que, si Raúl me deja, esta canción será para él — empezó a reírse

Aunque sé que es poco probable que eso suceda.

Estábamos bailando hasta que sentí unas manos en mi cintura, vi a Emilia alejarse y me di la vuelta para quedar de frente con Raúl.

—Es nuevo que quieras bailar sin que te lo pida

—Hay que tener iniciativa una vez en la vida —reí ante eso, pero me tomó por sorpresa el beso que me robo, me deje llevar

Acaricie su cabello cuando él empezó a acariciar mi cintura, y por estupidez abrí mis ojos sin apartarme de aquel beso, me encontré con aquel verde claro que había estado evitando durante toda la semana.

Estaba de pie, cerca de la puerta de la cocina, mirándonos. Esa falda negra le quedaba de muerte, llevaba una blusa blanca descubierta de la espalda, su magnífico labial rojo y su cabello se lo había planchado en ondas.

Cerré mis ojos apartándome de aquel verde que me enredaba, y me centré en el beso. Pero no pasó mucho tiempo que quise volver a verla, pero al abrirlos, ella ya no estaba ahí.

Me aleje de Raúl por falta de aire, él sonrió y dejó un beso en mi mejilla.

Tenía calor. Más del que sentía aquí.

Una última partidaWhere stories live. Discover now