Indeleble..

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De pequeño iluminabas mi camino
por detrás de bambalinas.
No podía diferenciarte
de la luz solar,
de los fotones emitidos
por el juego fruitivo
en esas primeras experiencias.
La Ilusión, cotidiana en sus recursos
vuelve a los Jardines
territorio perfumado de amapolas.
Sin embargo, estabas allí,
cual semilla a la espera
de sus oportunidades
en los sembradíos que entretejen
senderos, destinos
y mañanas preñadas de esperanzas.
Sentí tu calor envolvente
a mis ocho años
en aquel galpón de Paco
atiborrado de libros, fantasmas
y el inicio de esa historia
jugueteando en el alma de un niño
aferrado a las velas de su barca.
Allí, entre personajes atribulados
y paisajes paganos
sentí tu llama,
débil, protegida por los duendes invisibles,
flameando dentro de la bruma
que hace del infinito
sucesión de viñetas fragmentadas.
Parecías luciérnaga a merced
en el adentro-afuera de mi espacio
asignado a este trozo de eternidad,
llama etérea y fuerte a la vez
como se abren los surcos
en los campos sembrados
tras su alquimia irreverente.
Indeleble,
ajena a los ocasos
y a las auroras envolventes
te percibí flameando por detrás
de estos escenarios cambiantes
y supe entonces, amiga,
que tu luz me guiaría
en los mares agridulces
de una espera larga.

Corazón de Diamante..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora