Harry Potter

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Emma se veía radiante, con sus labios aún rojos y brillantes por el labial de fresa que llevaba puesto. Sus besos eran cálidos y húmedos, llenos de pasión y deseo. A pesar de que eran un poco torpes, demostraban lo mucho que había esperado ese momento. Tn, por su parte, le correspondía con la misma intensidad, dejándose llevar por sus propias emociones juveniles.

Freya parecía tener razón al señalar que Tn seguía siendo un chico joven e impulsivo, pero a Emma no parecía importarle en lo más mínimo. Estaba completamente encantada con él y difícilmente habría algo que pudiera cambiar eso.

Emma susurró, con una sonrisa en los labios, lo agradecida que estaba de que Tn no la haya rechazado. Tn, por su parte, no pudo evitar sentirse un poco incomodo por la situación, pero no quería herir los sentimientos de Emma.

Emma: Sinceramente creí que me rechazarías... -Le susurró tras separarse del chico- Me alegra que no haya sido así. -Añadió con una sonrisa cálida-

Tn: Bueno... -No sabía muy bien qué decirle en ese momento, todo era muy repentino y extraño. Sentía culpa, pero no arrepentimiento... quizás no era tan diferente a como creía.

Magos de la casa Tempestad... todos y cada uno de ellos siempre conseguían destacar y hacer las cosas a su manera. El mundo estaba harto de ellos.

Oficina.

Dumbledore: Bueno... dado que es claro que hay un traidor en Hogwarts, e decidido tomar ciertas medidas para evitar que quien sea que esté perjudicando la academia, no puedo afectar directa o indirectamente al joven Tempest.

Minerva: Y esas medidas incluyen vigilar a sus amigos y conocidos? -Cuestionó con un tono sereno y tranquilo mientras observaba al director de basta barba blanca.

Dumbledore: Sus allegados serán los primeros en ser atacados, cuando alguien es incapaz de ganar justamente; y siendo mortifagos... jugarán sucio.

Minerva: ¿Y has considerado la idea de que simplemente ese chico decida cambiar de bando? -El mago inmediatamente le dirigió la mirada, sus ojos se cruzaron con los suyos, esas palabras claramente no habían sido de su agrado.

Dumbledore: La familia y casa Tempestad podrá ser muchas cosas, pero en las más de tres decadas que llevan existiendo, nunca usaron sus habilidades para aterrorizar el mundo.

Minerva: Ciertamente no lo hicieron, pero no debe omitir que si usaron sus dones en la magia para ponerse sobre todos, y hasta la fecha les sigue funcionando.

Dumbledore: ¿Dudas de Tn? -Finalmente pregunto con seriedad e interés del escepticismo de la mujer.

Minerva: Tn es un joven inestable, no tengo nada en su contra, pero es volátil y con la suficiente frialdad para matar a alguien sin sentir remordimiento, ¿Cree que es normal tener tales actitudes siendo un niño? Incluso su madurez mental... simplemente no es como el resto, incluso para los de su linaje.

Dumbledore: Admito que es un arma de doble filo...

Minerva: ¿Habla enserió? -Interrumpió mientras acortaba la distancia con el anciano de gran tamaño.- No es un arma, ¡Es un niño!

En ese momento un gran silencio azotó la oficina del mago, un silencio absoluto que cesó hasta que McGonagall finalmente decidió continuar.

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⏰ Last updated: Apr 23 ⏰

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