El reloj empieza avanzar

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Dicen que la soledad es mala, para mí es reconfortante, especialmente en la noche junto con la música me ayuda a sacar todas las lágrimas, ahora solo sucede de vez en cuando, pero antes durante todo un año fue de esa forma, literal podría haber hecho un océano con ellas, trataba de descargar lo que llevaba dentro silenciosamente para poder empezar el día, sin sentir la opresión en mi pecho, era un ciclo de nunca acabar, gritar no era opción, no quería molestar, al fin y al cabo mi problema era menor al de los demás, verlo de esa forma me ayudo a seguir, sonreír ya sea de verdad o mentira, no me salía porque había olvidado como hacerlo de verdad la creí perdida, por momentos veía en blanco y negro, la comida sabia igual a las demás y una rutina sofocante, hacia mi humor variar entre enojo y tristeza, segada con el primero lastimaba a diestra y siniestra a personas que yo quiero, el segundo a mí recriminándome cada cosa sin parar, hoy ya no es así la primavera volvió después de mucho, aunque deba pasar todas las estaciones sé que valdrá la pena. Al igual que ellas, un nuevo ciclo ha comenzado, e iré aprendiendo como antes lo he hecho.

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