Cicatrización - Parte XXII - Alejarse del mundo.

178 28 21
                                    

Jueves!!!

Quedan pocos capítulos para el final! Muchas gracias, les amo mucho.

Se rió al ver a la niña devorando torpemente el croissant relleno de dulce de leche y crema batida que ensuciaba sus manos y puños del vestido, sentada en su sillita, de vez en cuando le pedía a su madre el tazón de leche chocolatada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Se rió al ver a la niña devorando torpemente el croissant relleno de dulce de leche y crema batida que ensuciaba sus manos y puños del vestido, sentada en su sillita, de vez en cuando le pedía a su madre el tazón de leche chocolatada.

La observó con atención, las observó con atención, imaginándose que justamente así habría sido si ellos hubieran logrado concebir, y llevar a término alguno de los embarazos que ella perdió, si Johnny no hubiera nacido muerto.

Era inmensamente feliz con Esme, y estaba alegre de tener dos hijos maravillosos con ella, y uno en camino, ya poco faltaba para conocer al que sería el menor de sus hijos, esperaban tener más, si Esme se lo permitía.

Era consciente de que tristemente no había amado tanto a su actual esposa, como a la ex que tenía enfrente, su amor ahora era diferente, Elizabeth lo había vuelto vulnerable, y desde que ella había estado en su vida, aún en aquella tormentosa época, las cosas habían sido mejores.

Seguía furioso después de dos años, estaba herido de muerte por ella, tenía ese puñal dorado ahí, clavado en su pecho aún, le dolía su traición, pero ese dolor era opacado al ver que ella, al igual que él, había logrado tener eso que tanto habían deseado.

Escuchó la historia de Elizabeth, exactamente la misma que Thomas le había contado, no había ningún error, y aunque por un momento pensó que ambos podrían haber ideado esa cuartada, desistió de inmediato, cuando ella le contó que había decidido perder todo el contacto realmente.

Thomas y ella no estaban juntos.

¿Por qué no estaban juntos?

– ¿Me hiciste pasar por toda esa mierda, solo para que no se quedaran juntos? – Soltó tomando la taza de café para beberla.

La mesa redonda tenía un mantel blanco, y estaba lleno de bocadillos dulces, salados, y frutas de todos los colores, el aroma del café llenaba todo.

Vio a Elizabeth alzar los ojos grises hacia él, aquellos ojos que le habían robado el aliento, no pudo evitar recordar cómo brillaban el día en el que la hizo su esposa, el velo rojo flotando sobre su cabeza.

Ahora todos esos momentos eran recuerdos nostálgicos de un amor intenso que se había quebrado en mil pedazos, no podía evitar plantearse todos los escenarios posibles, ni hacerse miles de preguntas.

– ¿Cómo sabes que no es mía? – Preguntó viéndola de frente para medir su reacción, revisando todos aquellos signos que antes conocía de memoria.

–Tu y yo estuvimos juntos por última vez en la fiesta de Michael...

– Si hubiera sabido que esa sería la última vez, lo habría hecho mucho mejor, te lo juro – Bromeó acomodándose en la silla para darle un trago a su taza de café.

La secretaria Donde viven las historias. Descúbrelo ahora