"Relatos de una maga sin magia"(One-Shots) Harry Potter

Indiscreto (Oliver Wood, otra vez)

Imagina que...
Mi sexto año en Hogwarts fue como un libro, fue tan hermoso, como ver una película de amor adolescente. Y todo gracias a él.

-Hola. -Me saludó el primer día del ciclo escolar.

Era la primer clase y lamentablemente, era pociones con el profesor Snape. El profesor hablaba y hablaba sobre los ingredientes para una poción importante.

-¿Qué tal? -le susurre tratando de verme cortés.

-De casualidad, ¿tendrás una pluma y un pergamino que te sobren? -habló con cierta pena en su voz, pero con la confianza entera.

-¿Perdona? -no estaba segura de si era un chiste o hablaba en serio.

-Es que no me cabe nada más en el bolso de mis útiles. -Trató de mantener el tono de voz bajo. - Entonces, quería saber si me podías prestar una pluma y un pergamino para tomar notas.

-Déjame revisar. -Me incliné para buscar en mi bolso, en el piso. -¿Qué traes en tu bolso de útiles si no traes útiles? -pregunté con una sonrisa suave cuando encontré ambos materiales.

-Equipo de Quidditch, obviamente. -Me devolvió la sonrisa con naturalidad y recibió la pluma y el trozo de papel. -¿Qué hay que sea más importante que el Quidditch?

-La educación, por ejemplo. -Trate de poner tanta atención en la clase como me fue posible, pero me desconcentraba mucho. No era molesto, pero sí platicaba mucho.

-¡Joven Wood! Agradecería bastante que dejara su parloteo para otro momento, ya que, por si no se a dado cuenta, el resto de sus compañeros excluyendo a su nueva amiga, parecen estar interesados en el aprendizaje. -Nos reprendió el profesor y ambos nos callamos la boca al instante.

-Lo siento, profesor. -me disculpé y Oliver solo asintió.

En tanto Snape se dió la vuelta, me descargué de risa, claro que en completo silencio y con mucha discreción. Oliver pareció relajado de que no le tomara mucha importancia, casi como si el estuviera acostumbrado a que lo regañaran.

Tratamos de pasar el resto de la clase en silencio total para evitarnos más conflictos; lamentablemente fallamos.

A unos minutos de que la clase terminara, le dibujé los últimos detalles a mi más reciente obra maestra: una caricatura del profesor, bastante...creativa. Sería una verdadera lástima que haya creado una pieza tan magnífica y nadie pudiera verla para no meterme en problemas.

Lo bueno era que tenía un nuevo amigo. Le pasé mi libreta de dibujo a Oliver y no tardó en apreciar la atención al detalle que puse en mi dibujo. Puede que haya exagerado un poquitito las facciones de nuestro profesor, pero solo tantito.

Oliver no tardó en tratar de ocultar su risa y en contagiarme de risa también.

-¿Todo en orden? -Preguntó Snape alzando una ceja, juzgando.

-Sí, profesor. -Fingí una tos para tapar mi risa.

-Disculpe. -apoyó Oliver con un falso estornudo.

-Si están tan enfermos, háganse un favor a ustedes y a el resto de los presentes en el aula, y retírense a la enfermería. -ordenó severo.

-Claro. De nuevo, una disculpa. -Oliver tosió otra vez falsamente, entre cada sílaba.

-Gracias. -Ambos guardamos nuestras cosas y salimos del aula con la vergüenza más ficticia que había visto en mi vida.

Apenas cerramos la puerta del aula con mochila al hombro, reímos hasta que nuestros estómagos nos dolieron y nos retorcíamos por lo mismo.