TÍO ROIER

consecuencia del mal padre....

Alex se encontraba en una habitación que era tanto su refugio como su prisión. La confusión lo abrumaba mientras se levantaba de la cama, sintiendo un peso desconocido sobre su pecho. Cada paso que daba resonaba en el silencio, un recordatorio de su soledad. La necesidad de entender lo llevó hacia la ventana, donde el descubrimiento de un mundo inimaginable lo esperaba.

El inframundo se extendía ante sus ojos, un panorama de desolación y penumbra. 

Sus pasos, temblorosos y vacilantes, lo guiaron hacia la ventana, donde el velo de la realidad se levantó por completo para revelar un panorama que desgarraba el alma. El inframundo se extendía ante él, una tierra de desesperación y melancolía, donde los ríos de lava serpenteaban a través de desiertos de ceniza bajo un cielo eternamente tormentoso. Y allí, en medio de esta desolación, estaba Tilin, su hija, mirándolo con ojos que reflejaban un abismo de emociones no dichas.

-"¿Tilin? ¿Eres tú realmente?"- La voz de Alex temblaba, mezcla de miedo y esperanza.

La niña lo observaba en silencio, su mirada era un enigma. 

Con movimientos lentos, sacó un pizarrón y escribió, cada letra un golpe al corazón de Alex: 

"¿Por qué debería ser yo?"

Impulsado por un deseo desesperado de cerrar la brecha entre ellos, Alex abrió la ventana y saltó, esperando contra toda esperanza abrazar a su hija. Pero ella retrocedió, su rechazo palpable en el aire cargado entre ellos.

-"¡Tilin, por favor, escúchame! ¡Lo siento tanto!"- suplicó Alex, extendiendo sus manos hacia ella, solo para encontrar el vacío.

Tilin escribió nuevamente, sus palabras cortantes: 

"Demasiado tarde para lo siento. No estabas cuando te necesité."

Alex intentó acercarse, la desesperación teñía su voz. 

"Puedo arreglar esto, puedo ser el padre que mereces. ¡Dame otra oportunidad!"

" cuando era mi cumpleaños tu no estabas, tu no aparecistes.... roier era mejor padre que tu!"

-"pero...."- intento hablar

Pero Tilin se alejaba, su silueta comenzaba a desvanecerse entre las sombras y los vapores del inframundo. 

"No hay nada que arreglar. No aquí."

 Las palabras flotaban hacia Alex, dejándolo inmovilizado por el dolor.