Un niño sucio.

Mientras unos vagos recuerdos llegaron a su mente, solo enarcó una ceja. A pesar que fue su esposo quien sugirió casar a su preciosa hija con su alteza, el príncipe Kim Taehyung, ella se negó, sabía muy bien que ese hombre podía morir en cualquier momento ya que vivia en la guerra, además, su pobre hija sería desfavorecida y quedaría viuda a muy temprana edad, sin el derecho de poder casarse con alguien de poder. Ella no pensaba que todo su arduo trabajo volviera a derrumbarse.

La mujer pegó un grito cuando su carruaje se movió de forma brusca y dejó de caminar, en eso escuchó un grito que provenía de afuera, siendo el chofer. Ella nerviosa miró en dirección de la ventana, moviendo la tela que cubría parte de la ventana, logró ver a unos hombres que arrastraban el cuerpo de su chofer, ella cubrió su boca horrorizada y buscando escapar, quiso abrir la puerta de aquel transporte; pero alguien más lo hizo. Kim Taehyung ofreció una sonrisa a la mujer, la cual retrocedió incomprensible ante aquel rostro.

—H-ha venido a salvarme ¡Alguien acaba de atacar a mi chofer!—exclamó mientras se bajó nerviosa y se giró a buscar el cuerpo de aquel hombre.Notó como otros hombres que protegían su rostro, vestian de negro de pie a cabeza, apenas se veían sus ojos, ella se giró a ver al General.

—¿Su alteza, qué es esto?

Kim Taehyung se le acercó y la tomó de un solo de los cabellos, empezando a jalarla a un lugar lejos de aquella calle mientras sus ayudantes se encargaban de hacer un desorden en el interior del carruaje, la mujer pegó unos gritos, pidiendo ayuda, pero estaba en un campo vacío, nadie quien la ayudara en ese lugar. Taehyung la siguió arrastrando hasta dejarla sobre una parte de la grama.

—¡Como te atreves a tratarme de esa forma! ¿Tienes idea de quién soy?

—Creo que es usted quien no tiene idea de quien soy—Taehyung se hincó y se abrió de piernas, acomodando su mano derecha sobre su mejilla, sus ojos amarillos relucian, gustoso de ver el miedo en su presa—. Llegó a mi casa, maltratando a mi esposo, echarla esa tarde solo fue...algo pasajero, pensé cada noche como podía hacerle pagar por todo el trato que le brindó a mi esposo.

—Él te dijo que lo hicieras ¿C-cierto? ¡Te lo ordenó!

—Y aunque me ordenara, no tendría ningún problema, sabes—acercó su rostro al rostro de la mujer, dando suaves golpes, divirtiéndose. Fueron unos golpes en sus mejilla, tenía moretones en su cuello, piernas, espalda, el médico me contó cada golpe. Ah...—musitó molesto—¡Por tu culpa no pude pasar la primera noche con mi esposo porque le dio vergüenza que viera su cuerpo maltratado!—Taehyung volvió a tomar de los cabellos a la mujer.

—E-estas loco...cuando alguien se entere de esto, no saldrás impune sin importar que seas el sobrino de su majestad.

—Hmmm ¿Por casualidad, no recuerdas a un criado que era el encargado de cuidar al joven Min siendo un niño?

La esposa del ministro frunció el ceño, por supuesto que recordaba a ese hombre, fue quien se encargó de la crianza de Min Yoongi, ya que ella no quería tocarse sus manos, por lo que le permitió que ese criado castigara al chico cuanto fuera necesario. Pero una noche solo desapareció y después se dijo que había escapado con una amante que tenía, todos creyeron la noticia, nadie pudo refutar porque había sido investigado por una de las personas mas importantes del palacio.

—Ese criado...de hecho—rió ladino—, fui yo quien se encargó de él. Rompí cada hueso suyo, suplicó hasta que su voz se desgarró, murió muy rápido, no fue nada divertido.

—¿Acaso tu...desde cuando conoces a Min Yoongi?

—No hables más—siseo poniendo su dedo sobre la boca de la mujer—, necesitarás mucha energía para lo que viene. No quiero ensuciarme de sangre hoy, tengo una cena importante; pero mis amigos se encargaran de tí.

Sukha||Taegi.Where stories live. Discover now