Capítulo 7

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Varios días después, Bob llegaba de visita, la primera en verlo había sido Gema, que corrió al encuentro de su socio y amigo. Lo recibió con un fuerte abrazo y un pico en los labios.

Como toda ley de Murphy, todo lo que puede salir mal, saldrá mal, y Nick observó la bienvenida que la mujer que más amaba, que más odiaba, la novia de su hermano, su exnovia, le daba a otro hombre. Acaso era todavía posible que se le rompiera más el corazón de lo que ya lo tenía? Iba a enfrentarlos cuando escuchó su sollozo.

¿Qué sucede, cariño? - Bob preguntó preocupado.

¡No lo soporto más! ¡Ya no quiero seguir con esto! ¡Quiero irme!

Pero qué fue lo que sucedió? ¿Te trataron mal?

No, simplemente no puedo seguir fingiendo que amo a un hombre cuando en realidad muero por otro!

Nicholas escuchaba atento todo lo que Gema decía.

Sólo serán unos días más - su amigo la consolaba mientras la abrazaba contra su fuerte pecho.

No se si aguante a terminar las dos semanas.

Haz hecho tanto esfuerzo, Gem! ¡No te rindas ahora! ¡Hazlo por nosotros! ¡Nuestra felicidad depende de esto! ¡Prometo que luego voy a compensartelo!

¿Me llevarás a comer comida italiana?

Claro que sí! ¡Será la mejor noche de tu vida!

Harto de ver el amor que se profesaban, Nick salió al encuentro de los enamorados. Pero Arthur también había visto al recién llegado, así que ambos hermanos caminaban hasta ellos. Arthur estaba nervioso, quería abrazar y besar a Bob, pero con su hermano presente no podría. Sin embargo si lo abrazó como si fuera un amigo, cosa que había dicho a su familia.

Bob! ¿Cómo estás?

Estoy muy bien Arthur, y tú?

Tengo a la persona que más amo a mi lado, no puedo estar mejor-dijo con una sonrisa. Ese comentario sólo lo habían comprendido realmente tres personas, pero la cuarta se sintió todavía más amargada.

En ese caso, estoy muy feliz por ti. - dijo mirando nervioso a Nick. Arthur al notarlo, los presentó.

Bob, él es mi hermano, Nicholas. Nick, él es Bob, mi... amigo

Amigo - masculló, pensando en lo que había presenciado momentos antes. - Mucho gusto. Veo que te llevas muy bien con la novia de mi hermano

Hem, si. Gema es una buena amiga, la aprecio mucho.

Si, ya... creo que me retiro. Estoy comenzando a sentir náuseas.

Y aunque lo dijo con intención, la realidad era que realmente sentía náuseas, náuseas a las que luego le seguían unas increíbles e incontrolables ganas de comer helado de pistacho.

Gema lo siguió cuando entró a la casa y lo detuvo por el brazo en cuanto comenzaba a subir las escaleras.

¿Qué fue eso, Nick? Ese comentario estuvo de más.

¿Tienes miedo de que mi hermano vea la clase de mujer que eres en realidad?

No tienes idea de cómo son las cosas en verdad!

¡Por favor, Gema! No me tomes por idiota, los oí! ¿Cuántos más hay? ¿Cómo demonios hiciste para mudarte conmigo? Ibas a dejarlos, ahora que habías enganchado al pez más gordo?

No lo vió venir, solo sintió el golpe y luego como su mejilla se calentaba.

¡No te atrevas a faltarme el respeto! ¡No te atrevas, cuando eres tú el que no quiere escuchar!

Nick solo la miró con furia y subió a su habitación. Gema lo observó con lágrimas empañando sus ojos. De repente sintió ganas de comer algo dulce, así que se encaminó a la cocina, y rebuscando encontró un pote lleno de helado de pistacho, en ese momento sintió que era exactamente lo que quería comer, así que se ubicó en una banqueta y poco a poco lo fue comiendo.

***

Solo quedaba muy poco de helado cuando Nick entró a la cocina, en cuanto vió que Gema comía su helado una incomprensible rabia se apoderó de él.

¿Qué estás comiendo? - siseó.

Helado, te ofrecería, pero ya casi no queda.

Que?! Ese era mi helado! ¡Nadie te dió permiso para comerlo!

No tenía tu nombre escrito - contestó con indiferencia, relamiendo la cuchara, gesto que a Nick le pegó directo en la entrepierna. Este hecho lo enfureció aún más.

No debía poner mi nombre! No debías tocar algo que no habías comprado tú! ¿Es que no puedes hacer algo honrado en tu vida?! - gritó arrebatándole el pote de las manos.

Esas palabras le pegaron directo al corazón a Gema, automáticamente sus ojos se llenaron de lágrimas. Si tan solo Nick la escuchara, ella podría decirle algunas medias verdades para aclarar la situación.

Él se arrepintió de sus palabras en cuanto abandonaron su boca, pero el daño ya estaba hecho.

Lo siento... no quise decir eso.

Si quisiste. Un día vas a arrepentirte de no querer escucharme.

Nick quería pedirle que se explique, que le dijera todo lo que ella creía que los uniría de nuevo, pero la verdad era que tenía miedo, de que sus expectativas no tuvieran nada que ver con la realidad, y es que no encontraba una razón lógica que explicara por que ella tenía una relación con tres hombres diferentes.

Gema, querida, ¿por qué lloras? - su madre entró y los encontró en aquella incómoda situación.

Por nada...

Algo te tiene así, cariño, dime qué es!

Es que Nick... dijo... que... - Gema hipaba, y Nicholas se ponía cada vez más nervioso.- no me iba a convidar helado. Lo siento, es una estupidez que llore por esto.

Nicholas, ¡por Dios! Así te crié yo? Dale helado a Gema inmediatamente - exigió mientras sobaba la espalda de la desconsolada joven.

Ya no queda. - dijo irritado.

Pues ve y compra más, y esta noche te quedas sin postre por angurriento!

Pero mamá...!

Nada de peros! No quiero ni pensar en lo que dirá tu hermano cuando se entere de que hiciste llorar a su novia.

Oh, no... por favor, no le digan nada a Arthur, la verdad es que estoy en mis días, y estoy un poco sensible. ¡Ni siquiera fue para tanto! - mintió.

Eres un sol! De cualquier manera Nick irá por ese helado. ¿Alguno especial que quieras? O alguna otra cosa?

De pistacho, y si puede ser, quisiera melocotones. Gracias.- sonrió forzadamente al hombre que amaba.

¡Claro que puede ser! Nick se encargará de traer todo lo que deseas! ¿Verdad, Nick?

Si, mamá. Con permiso.

La novia de mi hermanoWhere stories live. Discover now