01.

183 28 1
                                    

[SHIN]

Empujando la puerta de cristal con el hombro, balancee los libros en mis manos con cuidado mientras intentaba dar un paso afuera sin perder la pila en el camino. Sabía que no debería haber sacado tantos pero los exámenes finales habían terminado ese mismo día y ahora tenía todo mi tiempo libre para atiborrarme con novelas cursis e historias trilladas que ya había escuchado mil veces.

Era un aficionado al romance, demándenme

Dando un paso afuera, solté un suspiro de alivio al ver que todos los libros seguían en mi poder. Pero esa sensación desapareció en un instante cuando me percaté de quien me esperaba frente al edificio, pareciendo todo un chico malo con el trasero apoyado en el asiento de su motocicleta y sus tatuados brazos a la vista del público gracias a su ajustada camiseta negra de manga corta.

¿Como jodidos Thomas sabía que estaba allí si no le había dicho a nadie que iría a la biblioteca luego de la escuela?

Estaba comenzando a creer que el tipo había colocado un chip de rastreo en mí.

Bueno, la verdad es que, si tenía uno de esos, papá Niall fue muy insistente sobre mi seguridad cuando comencé la secundaria y con las palabras correctas me convenció para que accediera a que colocara uno de esos en mi teléfono, pero tuve que negarme completamente cuando intentó colocarlo en mi cuerpo. ¡No era un maldito perro!

En fin, el punto era que sabía de sobra que mi padre jamás le daría mi ubicación a Thomas por voluntad propia, lo que me llevaba nuevamente a mi pregunta inicial: ¿Cómo rayos sabía dónde estaba?

Por un momento, contemplé la idea de darme la vuelta y huir de él, pero los libros en mis manos retrasarían demasiado mi carrera por lo que decidí que no valía la pena el intento. Suspirando en derrota, bajé los escalones con cuidado, rodando los ojos cuando Thomas me encontró a mitad de camino y quitó varios de los libros de mis manos.

—Déjame que te ayude, Bonito, no me gustaría que cayeras y te hirieras por no ver el camino. —me lanzó su sonrisa, la sonrisa patentada de rompecorazones que solo me hizo bufar. Estúpido chico sexy que se creía que podía conquistarme solo con eso.

—Si, ayúdame a llevarlos hacia allá —pedí, apuntando al final de la calle—. El autobús está a punto de pasar.

—Ya estoy aquí, puedo llevarte a casa, Shin.

Miré el mar de cromo y metal que representaba su medio de transporte y rápidamente sacudí la cabeza—. No, creo que iré en autobús esta vez, pero gracias por la oferta.

—Vamos, sube a la motocicleta conmigo, prometo mantenerte seguro. —tomó mi mano, deteniendo mi avance cuando enlazó nuestros dedos.

—Esa no es la razón por la que no quiero subir, solo tengo deseos de tomar el autobús hoy.

—Te conozco mejor que a mí mismo, sé que no te agrada la velocidad pero me comprometo a ir despacio, si tu llegases a salir herido por mi culpa sería capaz de darme un tiro.

—Ahí vas con tu dramatismo innecesario —mascullé, ignorando el estúpido calorcito que inició en mi estómago. ¿Eso eran mariposas dentro de mí? Joder, que alguien me diera veneno para eliminar a las malditas.

—Vamos, hermoso, monta conmigo. —hizo un gesto a la motocicleta.

Frunciendo el ceño, miré alrededor en busca de una salida fácil—. ¿Qué pensará tu club de fans si subo contigo? —si hubo un atisbo de celos en mis palabras, jamás lo admitiría.

—¿Eh?

Hice un gesto hacia el grupito de féminas reunidas a pocos metros, cuchicheando y riendo mientras miraban en nuestra dirección. Sabía por experiencias pasadas que estaban hablando sobre lo sexy que Tom se veía vestido con los pantalones rasgados y la camiseta ajustada enseñando su cuerpo de gimnasio, eso sin mencionar el vehículo.

Conquistando a Shin |ADF#2|Where stories live. Discover now