Mirarte ; Felipe Otaño

Todo me pasa

Los días habían pasado y la bronca que Felipe tenía contra Joaco era increíble, no podía estar en el mismo lugar que el y no mirarlo con cara de orto.

-si ma...- decia Felipe mientras hablaba por teléfono. -Te digo que me estoy abrigando- decía a su madre que estaba del otro lado de la línea. -Si ma, mañana...- dijo antes de quedarse en silencio.

Guada lloraba atrás de uno de los campers que estaban en el set, estaba sentada en el suelo cubriendo su cara con sus manos. -Me tengo que ir ma...- dijo Felipe cortandole a su madre para acercarse a la chica.

-Estas bien guadi?...- pregunto suave Feli mientras se sentaba al lado de ella.

-Mierda felipe- dijo ella. -Si, estoy súper bien- ironizo mientras sacaba sus manos de su cara y secaba las lágrimas. -Perdon, me estás tratando de ayudar y yo...- dijo guada mientras veía a Felipe, haciendo una pausa. -Dios, soy una pelotuda.

-No sos una pelotuda, ahora decime que te pasó.- dijo el chico tranquilo, no le molestaban sus palabras porque sabía que cuando ella lloraba trataba mal a cualquiera.

-Todo me pasa, Felipe- dijo la chica mientras hacia una pausa para tomar aire, se estaba hiperventilando y le costaba hablar. -El pelotudo de mí papá que no me quiere dejar ir a Argentina, le dije que dentro de poco iba a ir por un tiempo para visitar a mí mamá, que por más que la odie es mí mamá y la quiero ver.

-Y porque no te deja?...- Preguntaba Felipe mientras pasaba su mano por la espalda de la chica.

-No se!- dijo frustrada ella. -Se piensa que tengo 15 años el idiota...- dijo haciendo una pausa mientras secaba sus lágrimas. -Y el boludo de Joaquín que nunca me da bola- dijo ella, al escuchar ese nombre a Feli le hervía la sangre. -Esta todo el día con el teléfono hablando con no se quién y cuando le quiero contar algo ni siquiera me escucha!- decía frustrada guada -Ah pero claro, para celarme y ser un tóxico de mierda si me da bola.

-Guada... Si lo que querés es ir a Argentina, anda, tenes 20 y podes hacer lo que vos quieras sin pedir permiso- dijo Felipe con una voz dulce que transmitía muchísima paz. -Tu papá no te va a odiar...

La chica se tiró a Felipe, abrazándolo por el torso escondiendo su cara en el, Felipe la abrazo y siguió pasando su mano por la espalda de la chica, algo que parecía que la tranquilizaba. -Si no aparecías Felipe te juro que le pegaba una trompada alguien...- Jodió guada mientras se separaba del chico y secaba sus lágrimas.

-Guada...- empezó Felipe, miraba los labios de la chica quien lo miraba atenta esperando que siga hablando.

-Guada, ahí estás...- interrumpió Joaco quien encontró a ambos chicos juntos, llevaba un chocolate en la mano, el cual tiro apenas los vio a ambos.

-Joaco- dijo guada parándose, el chico se fue caminando bastante enojado y guada lo siguió por detrás.

Felipe se sentía muy frustrado, quería hacer feliz a la chica, aunque no sabía que cosa la haría feliz, quería decirle todo lo que vio la noche anterior y decirle que el la cuidaría de cualquier boludo pero tenía miedo de lastimarla.

-Nadie vio a guada?- preguntaba Felipe un poco asustado, ya había pasado un día desde esa charla que tuvo con la chica, luego de que se fue con Joaco nadie más la vió.

-No- respondió Juani sin darle mucha bola al chico.

-Eu salimos hoy?- pregunto simón que estaba sentado en una de las camas. -Mañana tenemos día al pedo

-De una- respondió Matías que era bastante manija para salir.

Todos los chicos dijeron que sí, menos Felipe que estaba dudando en si tenía muchas ganas de salir. -Dale nene, te despejas un rato- dijo Blas mientras le insistía al chico.

-Bue... Pero apenas sea un embole me vuelvo amenazó el chico mientras se paraba a buscar ropa en su valija.

Ya estaban todos en el boliche, como de costumbre Juani y Matías parecían borrachos apenas llegaban, Feli se acordó de guada, bailando entre ellos mientras reía, acordarse de ella lo hacía sonreír por inercia.

Que idiota, tiene novio y no tiene chances con ella.

Feli mientras estaba sentado en la barra tomando un vaso de fernet, se acordó de la chica el día anterior y una presión en el pecho y una preocupación constante le bajaron un poco los ánimos, aunque cuando vio a lo lejos a Joaco, sin guada y con una rubia cualquiera esa sensación de le hizo más fuerte.

Agarró su buzo y su celu, mientras iba caminando para tomarse un Uber le aviso a uno de los chicos que se había vuelto, sentía que era su única oportunidad de ver a guada sin el idiota del novio de por medio.

"Ni le llegaba a los talones esa rubia" pensaba Felipe mientras veía por la ventanilla del taxi, cuando llegaron se bajó y pago, entrando al hotel y subiendo algo desesperado las escaleras que era más rápido, hasta el piso de guada.

-Guada- empezó a decir mientras tocaba la puerta rápidamente. -Guada, soy yo, Felipe- volvió a decir mientras aumentaba la fuerza en los toques. -Estas ahí?- pregunto antes de hartarse y abrir ma puerta, no había nadie adentro, se le hizo raro, recordaba ver al novio solo, estaba echa un caos la pieza.

Mientras pensaba dónde estaría ma chica, Felipe bajo hasta un patio que tenía el hotel, tenía su vista sumergida en su teléfono viendo el chat con guada, dudaba en si escribirle o no, aunque, cuando levantó su mirada del teléfono, ahí estaba.

Estaba sentada en un banco con la luna de fondo, le daba la espalda a Felipe, el se acercó lentamente, tocando el hombro de la chica, dandose cuenta que estaba en ropa interior, con una simple remera que no llegaba más abajo de su abdomen.

-Guada!- grito el al verla, rápidamente agarró su buzo y se lo coloco a la chica, su piel estaba más pálida de lo normal, su nariz y orejas estaban rojas del frío. -Estas loca?! Hacen como 3 grados y vos estás...- dijo el chico antes de callar, lo ojos de la chica estaban totalmente rojos, cuando bajo la mirada vio varios porros ya apagados, tirados en la nieve, cuando estaba por reclamarle, su vista se desvío a un moretón bastante grande que tenía en su pómulo. -Guada...

-Quiero morirme, Felipe- dijo Guada sin mucha expresión, se la escuchaba pérdida por culpa de todo lo que había fumado, se la veía fragil, estaba mucho más delgada que de costumbre y se la podía notar consumida.

-Guada, te lo hizo el?- pregunto Felipe con un tono serio mientras tomaba el mentón de la chica para ver el moretón que tenía, que era más grave de lo que parecía.

-Felipe...- la chica quiso seguir hablando pero no podía, no podía modular bien, se sentía mareada y como sus ojos parpadeaban más lento.

-Guada- dijo el mientras la sacudía de los hombros. -Guada!- volvió a decir sacudiendo a la chica un poco más fuerte.

-Guada, no te duermas!- fue lo último que escucho la chica antes de desmayarse.