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El día siguiente para guada empezó terrible, la resaca que tenía era increíble, tan fuerte que le costaba estar parada sin perder el equilibrio por el dolor de cabeza.
--Mierda...-- Dijo la chica sentándose en la cama mientras tomaba su cabeza con la otra mano, cuando giro su cabeza para la mesita de luz, vio una botella de agua y unas pastillas para el dolor de cabeza, no recordaba nada de la noche anterior, ni siquiera de quién la había traído, pero eso no fue impedimento para tomar una pastilla y pasarla con agua.
Cuando pudo mínimamente pararse pero el dolor de cabeza no paraba, se levantó a abrir las ventanas, se sentó nuevamente en la cama y de un cajón un poco más escondido, saco una caja de metal, la abrió y dentro había marihuana y algunos cigarrillos medio fumados, agarró uno y lo prendió, mientras veía los cuadros que habían en la pared del hotel.
Sus pensamientos se fueron interrumpidos cuando alguien inesperadamente entro a la habitación. -hola guada, quería saber cómo estabas y si...- Dijo Felipe antes de ver a la chica sentada en la cama, fumando. -Que... Que estás fumando?- dijo el chico, cruzando miradas con la chica.
-Nada- dijo haciéndose la boluda apagando el porro aunque sabía que Felipe ya la había visto.
-No fumes eso Guadalupe- dijo Felipe haciendo una pausa. -No seas boluda y no lo hagas.
-Y a vos que te importa lo que haga o deje de hacer- dijo la chica con un tono más enojado. -No seas boludo vos Felipe y no flashes confianza- Dijo la chica aún más enojada.
-Bue, dios- dijo el chico enojado haciendo una pausa. -Me preocupó por vos nada más nena, no te pongas así.
-No tenés porque preocuparte por mí
-Si, parece que nadie más lo hace- Dijo Felipe más enojado, aunque rápidamente se callo al darse cuenta de lo que había dicho, vio a la chica que tenía sus ojos llorosos pero una mirada enojada en ellos.
-Y a vos que mierda te importa?! Si, a mí papá le chupa un huevo lo que hago por su laburo, y mí novio me gorrea y piensa que soy boluda y que no lo sé, y le chupa un huevo lo que hago!- Grito la chica parándose de su cama. -Andate Felipe!- Grito cuando estaba al frente de el, ya con varías lágrimas corriendo por sus mejillas, el sin decir nada se dio la vuelta y salió hasta el pasillo donde quiso decirle algo a guada, aunque el portazo en su cara lo impidio.
Arrepentido se apoyó en la puerta, dejándose deslizar hasta quedar sentado en el piso, aunque fue lo peor, el llanto desesperado de la chica desde el interior de la habitación simplemente lo hacía sentir peor, guada realmente la pasaba mal y el aún se daba el lujo de juzgar lo que hacía, simplemente tomo su culpa y se levantó, para irse a encerrar en su habitación a pensar en cómo le pediría perdón a la chica.
Los días pasaron y ninguno de los dos se habían cruzado, en realidad si, Feli la miraba, desde lejos, pero siempre que podía la miraba y pensaba que decirle.
-"Perdón, no quise..." No- murmuraba Feli mientras pensaba otras palabras. -"Te amo y..." No, tiene novio- Hizo una pausa pensando sus palabras.
-Quien tiene novio?- Pregunto Matías apareciendo por detrás del chico, asustándolo.
-Pajero! Me asustaste- dijo el chico exaltado. -Nada, me pelee con guada y estoy pensando que decirle- Dijo Feli mientras volvía a pensar las palabras adecuadas para pedirle perdón a la chica.
-y un "Guada, perdón" no estaría bien?- Dijo Matías, antes de que Felipe pueda responder, el nombre del chico se escuchó a lo lejos. -Me tengo que ir, suerte con guada!- Dijo Matías antes de ir en la dirección donde se escuchó el llamado.
Feli se quedó pensando, era muy común, simple, aburrido esa disculpa, guada merecía una disculpa más elaborada, lo que el le había dicho la había herido bastante, aunque no tuvo mucho tiempo mas para pensar, pensó mirando el suelo, algo que hizo que choque con alguien.
-Ay la puta madre...- se escucho decir a una chica, una voz que Feli reconoció al instante. -Felipe...
-Hola guada...- Dijo Feli mientras la veía.
-Me vas a ayudar a parar o te quedas mirando?- Dijo la chica con un tono molesto desde el suelo, Felipe rápidamente salió de si trance y ayudó a la chica a pararse. -Bueno, ya me tengo que ir...- Dijo la chica mientras trato de pasar por el lado de Felipe aunque una mano grande la tomo del brazo y la hizo para atrás.
-Guada, perdón- Fue lo único que dijo Feli antes de que la chica empiece a putearlo. -Perdon, me arrepiento de lo que dije y...
-Feli, perdón yo- Dijo la chica interrumpiendo al chico que levantó su mirada sorprendido por las palabras de guada. -No era para reaccionar así, te trate mal- Dijo la chica bajando su mirada apenada.
Ambos se quedaron en silencio, viéndose fijamente, estaban en el estado más débil que podían, pudiéndose disculpas el uno al otro, pasando de largo su ego.
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