—Nosotros solo somos simple concubinas, la señora de la casa nos escogió del palacio principal porque vio que éramos buenas en la costura, pero fuimos doncellas del palacio, si el señor decide criar a mi hijo, estará protegido—comentó con tristeza—, se convertirá en el nieto del primer ministro.

—Sohee, tu hijo ya es descendiente de un príncipe, no tienes que preocuparte de eso. Es del General de la guerra, nadie se atrevería a hacerle daño, estás pensando mucho.

—Aunque nos hayamos convertido en concubinas, no cambia el hecho que seguimos siendo plebeyas—, puede que nuestros hijos lleguen a ser de un príncipe, pero el joven Min, el esposo consorte, principal señor, es de la nobleza.

Un silencio se quedó entre ambas, al darse cuenta de su pobre situación, ser concubinas plebeyas, no es como si pudieran hacer mucho, solo mejorar un poco la vida de su familia, por suerte, el General le daba un dinero cada mes de ingresos y además, tenían un techo, comida y buen trato de parte de los que trabajan en el palacio del Príncipe Kim Taehyung.

—El General puede ser un poco distante, pero no nos ha tratado mal, había escuchado rumores de que la rama de su familia, provenían de descendientes de demonios, uno de sus antepasados hizo un pacto con demonios, de allí proviene la fuerza del General y la inteligencia para la guerra.

—Dicen que su fuerza sobrehumana no es normal, que la sangre del demonio recorre sus venas...¿En serio vas a creer en esos rumores absurdos? ¿No significaría que también la sangre de Su majestad, y el hermano de su majestad, que es el padre de nuestro señor, tiene esa sangre? serían considerados malditos...si alguien te escuchara, te cortarían la lengua—sentencio en bajo dando un suave pellizco a su amiga.

—¡Ah! solo decía, es que no es normal que-...

—¿De quién hablan y por qué no es normal?—preguntó una voz fuerte detrás de ambas mujeres.

Las dos concubinas se sobresaltaron, al girarse vieron a su alteza. Kim Taehyung enarcó ambas cejas, ellas hicieron una reverencia, agachando sus cabezas y nerviosas de que el hombre haya escuchado la conversación.

—Saludamos con respeto a su alteza, bienvenido—dijeron en coro aquellas hermosas mujeres.

—Me dijeron que la señorita Sohee quería hablar conmigo, fui a buscarla a su cuarto pero no estaba, me dijeron que pasan la tarde juntas, por lo que vine...hasta aquí. Dígame que es lo que deseaba comunicar.

—Su alteza—Sohee respiró con profundidad, aun teniendo su rostro agachado y manos juntas—, se que usted me regaló unas telas en mi cumpleaños pasado. Sin embargo, aun me sobró, pensaba darselos al Príncipe Consorte como regalo para que pueda hacerse un traje bonito y-...

—No será necesario, guarde esa tela para usted—ordenó aquel hombre con tono serio y desvió la mirada—, lo dice por sus trajes ¿Cierto?—ella afirmó con lentitud—, ya me encargué de eso. Si eso es todo lo que tenía que hablar conmigo—el hombre contempló a Jennie, la cual al sentir la mirada sobre ella, alzó el rostro un tanto apenada.

—¿Hace cuánto estas conmigo?

—Hace...10 años, mi señor—habló aquella concubina—ingresamos juntas cuando cumplimos los 18 años.

—Ah, es así...ha pasado mucho tiempo—Taehyung solo afirmó un poco y se giró sobre sus talones, saliendo de aquel cuarto.

Ambas fruncieron el ceño sin entender que quiso decir aquel hombre, se contemplaron entre ellas y se sentaron con lentitud.

—¿Ya pasó tanto tiempo?—Sohee estaba muy sorprendida y rió un poco—, a pesar de la bebida que tomabamos de fertilidad, me costó quedar embarazada—suspiró algo abatida—, aún falta que tu tengas tu hijo.

Sukha||Taegi.Where stories live. Discover now