Matilda (h.s)

000. evermore

Prólogo, Enero 2021

Durante lo que fue el primer año después de la ruptura, Mackenzie podría jurar que el tiempo se movía distinto: le costaba distinguir la mañana de la tarde, la tarde de la noche, el lunes del miércoles, el jueves del sábado, y se preguntó si esto era lo que realmente significaba tener, por primera vez el corazón roto.

Quizás se debió a que le costó mucho volver a encontrarse, se destruyó muchas veces tratando de que cada espacio de su cuerpo olvidara a Harry.

Los primeros meses fueron lo peor. Después de haber renunciado a su trabajo en Ginebra y volver a vivir en Chatsworth, todos los días parecían iguales que el anterior, en un inútil intento por reencontrarse o por lo menos, sobreexplotarse hasta olvidarse del dolor que sentía en su pecho.

¿Qué era lo que podía hacer con ese sentimiento en el fondo de su corazón? ¿Cuántos días habían pasado desde que había salido de esta habitación?

¿Tres, cinco, siete? Sinceramente, ya había perdido la cuenta, las gruesas cortinas y el siempre nublado clima de Inglaterra lograban que fuese incapaz de diferenciar el día de la noche.

A estas alturas, ya no quedaban lágrimas, ni rabia, ni dudas, ya no quedaba nada. ¿En qué momento su vida había perdido tanto el sentido? ¿Qué había pasado con esa parte de ella que luchaba por llegar a ser todo lo que había soñado? A veces, ni ella lo sabía.

Parecía que había sido hace apenas unos meses cuando ella y Harry pasaban las tardes caminando por la orilla de la playa en Malibú, o tirados en el patio de alguna de las casas mientras miraban el atardecer, parecía ayer cuando estaban en la cima de mi carrera, cumpliendo el sueño que siempre habían querido tener.

Luego de un año de encierro y otro que parecía, iba por el mismo camino debido a los rebrotes y nuevas cepas, el tiempo se había condensado.

¿Quizás fue ahí? Cuando cada día parecía igual de monótono que el anterior, donde ambos se turnaban para cocinar e ir a comprar, eligiendo una película o algún documental que ver, conversando sobre el trabajo o sobre la grabación de la película. ¿Cómo no pudieron ver que simplemente se  iba a acabando la chispa?

El noviembre anterior a su quiebre, se sentía gris. Quizás empezaron a sentirse tristes dede Julio. De hecho, desde que regresaron de su viaje a Italia en Julio, Harry se había comenzado a sentir inexplicablemente  incompleto en la compañía de ella, pero jamás se atrevió a decírselo, en el fondo de él, también esperaba que algún día pudiera sentir lo mismo cuando la veía.

Y en días como estos, cuando Mackenzie se queda en su cama en Chatsworth hasta tarde, debido al frío y a la nieve que cae afuera, cuando decide que por fin es momento de descansar, su mente le juega sucio, haciéndola retroceder en sus pasos tratando de encontrar cuándo fue que se equivocó.

Trata de no guardar rencor hacia Olivia, se repite que ella solamente fue un factor más en la relación que ya se había roto hace mucho tiempo atrás y que ellos  trataron de mantener, juntando los pedazos, añorando una vida que ahora parecía tan... lejana y distinta.

Mackenzie gira en la cama luego de suspirar, el quiebre no le dolía tanto en sí porque pudo ver las señales ese fin de semana en que viajaron junto a Mitch y Sarah a pasar la Navidad en Jackson Hole, esperando que un poco de nieve los sacara de la rutina. Le dolía el cómo había ocurrido todo, ¿a caso no merecía respeto? ¿Qué le costaba a Harry haberle terminado a la cara o antes de haberse involucrado con alguien más?

Si cerraba los ojos y se concentraba lo suficiente, podía recordar casi a la perfección como todo entre ellos se volvió inexplicablemente tenso después de que Mitch y Sarah les contaran que estaban esperando un hijo. La felicidad que sintieron hacia la pareja frente a ellos era enorme, Harry lloró de la emoción, y Mackenzie también. ¿Seguirá Harry pensando que Mackenzie no notó como camufló entre aquellas, las lágrimas de dolor porque ellos no íbamos a vivir aquello?