Después de días, pudimos lograr que Dani vuelva a entrenar. Pero todavía no lo logramos meter a la psicologa, igualmente, a él se le ve tranquilo. También estabamos pensando en que venga a vivir con nosotros, nos queríamos mudar a una casa más grande. Me costó convencerlo a Lu, pero después de hablar tanto, lo está pensando. Aunque seguramente, acepte que Dani viva con nosotros.
Voy a ir a ver a Dani a un partido, es muy importante para el club ganar, asi que estabamos muy nerviosos. Lo intenté calmar un poco, y él fingía que estaba tranquilo, pero se le notaba en la cara el miedo que tenía.
-Ey, escuchame- le dije mientras le levantaba la mirada con mi mano. -Quedate tranquilo, van a ganar-
Le sonreí y me devolvió la sonrisa, después nos dimos un beso y el entrenador le gritó que el partido iba a comenzar. Dani me dió otro beso corto, y se fué.
El partido no iba muy bien, y Danilo se frustraba cada vez más, y yo no podía hacer otra cosa que sonreírle de lejos y hacerle señas de que se calme. El partido avanzaba y las cosas no mejoraban, hasta que finalmente, perdieron. Me daba tristeza ver como Dani se esforzaba para ser mejor y que las cosas no le salgan bien, porque se lo merece, él está intentado salir adelante y la vida no lo ayuda. Todo es tan injusto. Terminó el partido y se fueron a cambiar muy enojados, Dani estaba mal, yo no sabía que hacer. Me quedé esperandolo afuera, hasta que veo que Danilo sale rápido, sin haberse terminado de cambiar. Se estaba poniedo la remera mientras caminaba, lo miré y le pregunté que estaba haciendo.
-Que haces amor?-
-Vamonos-
-Pero pará, que paso?-
-Me voy a la mierda-
Dijo y se fué, yo no entendía nada. El entrenador viene medio agitado, mientras mirabamos como se alejaba, le pregunté que le había pasado.
-Qué le pasó? Por qué se puso asi?-
El entrenador suspira mientras se tocaba la boca, medio enojado.
-Lo vi, yo sospechaba que lo hacía.. yo sabía-
-El que? Que pasó?-
-Lo vi intentando aspirar, en el camerino-
-Qué?..-
No podía ser, no de nuevo. Por qué? Me empecé a sentir mal, me sentía mareada, con ganas de llorar. Me tapé la cara intentando contener las lágrimas.
-Estás bien?- Me preguntó, yo no podía reponder.
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El entrenador me agarró y me sentó en un banco. "Respirá, calmate" Me decía, como quería que me calme? No entendía por qué estaba pasando esto, no entendía por qué nos seguía pasando esto, cuando pensé que estaba mejor, cuando ya volvía a confiar en él. No puede ser que volvamos al principio, que todo lo que hice para que esté bien, ya no valga nada.
