Sukha||Taegi.

02

Kim Namgil, su esposo, solo le dio un sorbo a su taza de té verde y suspiró. El era mayor que su hermano, el Rey. Su séptimo hermano fue quien ascendió al trono a la corta edad de 24 años después de la muerte de su padre. Ahora con 34 años, Kim Woobin gobernaba y era apoyado por la mayoría de los ministros; pero a pesar de ser querido por su gabinete de poder, era muy reacio a Kim Taehyung, al hijo menor de su hermano mayor.

—Estoy seguro que debió ser idea del Primer ministro Min-Sik—el señor Kim Sabía que ese tipo había trabajado muchos años para su padre y ahora al trabajar para su hermano menor, tenía la forma de manipular a su antojo al nuevo Rey.

—Ese omega...—la señora Kim dio una profunda inhalada—¿Si lograste ver su rostro desfigurado? ¿Qué dirán de mi hijo si tiene como pareja a una persona así?

—Taehee—llamó su esposo a regañadientes—. Cuida tus palabras, nuestro hijo no dijo nada al respecto.

"Atención, el Consorte Noble, Min Yoongi" logró escuchar ambos detrás de la puerta de aquella sala. Los señores Kim subieron su rostro y miraron al frente, la puerta de aquel lugar se abrió, ingresando aquel omega que se hincó y saludó con sumo respeto, poniendo ambas manos sobre el suelo y acomodando su cabeza sobre ellas, para luego hacer el saludo dos veces más.

La señora Taehee sabía al respecto sobre la descendencia bastarda de aquel omega, hijo de una cortesana extranjera de baja categoría. Se sentía molesta por la humillación que el emperador le había mandado, dejando en claro que no podían hacer nada al respecto.

—Saludo con respeto a Madre, pidiendo sus bendición—habló Yoongi con su voz calmada sin ofrecer una sonrisa, manteniendo un rostro gélido.

—¿Esas son tus vestimentas para presentarte a nosotros?—interrogó Taehee frunciendo el ceño.

—Me disculpo si los he ofendido por mi aspecto. Era el mejor traje que tenía—Yoongi trató de contener el pesar de su corazón, alzó su rostro, contemplando a ambos. Sabía que el señor Kim tenía un carácter muy tranquilo y era de pocas palabras, al contrario de su esposa, quien era la dominante de la relación.

—Me enteré que no pasaste la primera noche con mi hijo—enarcó la ceja derecha aquella mujer—. Tu responsabilidad es dar a luz a niños en el futuro, además de gestionar esta casa en el futuro. Se te irá enseñando, ya que me imagino que no sabes nada al respecto.

—Estudié un poco, mi señora; pero me considero aun un ignorante en varios aspectos, espero que pueda perdonar a este joven incompetente, si su señoria me enseña, sería un honor a mi persona—dijo agachando su rostro en búsqueda de piedad.

Min Yoongi sabía que a Kim Taehee había que aludirla, subir parte de su ego y fingir ser un incompetente por el momento, si se mostraba ser mejor que ella, podía causar ciertas disputas, era el yerno recíen llegado, mostrarse un altanero, no era bueno. Pero si ella trataba de hacerlo de menos, como algunas veces lo hizo en su vida pasada, no lo permitiría, le pondría un alto si era necesario.

—Bien, en una semana empezarás a estudiar, mandaré a una maestra y espero que en tres meses aprendas todo. Puedes retirarte.

—Si, mi señora, estoy conmovido por su gracia—Min Yoongi se paró y sin darle la espalda, empezó a caminar hacia atrás, hasta salir del cuarto, las puertas se cerraron y por fin se pudo girar sobre sus talones.

Soltó un suspiro de alivió, pasó en medio de las dos concubinas, quienes se acercaron a la puerta con una gran sonrisa y cuando la doncella personal de la señora Kim dio aviso de su visita, ellas sonrieron e ingresaron. Yoongi se giró, viendo como del rostro serio de la madre de su esposo, se formó una gran sonrisa cálida para esas dos jóvenes mujeres.