Canción de amor.

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Ya era de mañana, el primero en despertar fue Ricardo.

Al abrir sus ojos el guitarrista no tardo en percatarse de que se hallaba aferrado a algo o alguien, no recordaba nada y eso lo hizo ponerse nervioso, por desgracia no podía distinguir quién era, su vista estaba nublada lo cual no permitía que pudiera contemplar su alrededor. Al quitar sus brazos intento rebuscar sus anteojos, no podían estar demasiado lejos, temía descubrir quién se encontraba a su derecha. 

El batero se levantó de golpe al sentir los bruscos movimiento de su compañero. Al voltear la mirada logro percibir a un Riki alarmado por el repentino despertar de éste mismo.

¿Riki? ¿Qué te pasa? -. Preguntó algo desconcertado. - ¿Qué hora es?...

No comprendía que sucedía, estaba adormilado y Ricardo seguía sin responder.

El guitarrista reconoció la voz de su compañero al casi instante, eso le hizo sentir un gran alivio por dentro. Ya sabiendo con quién se encontraba decidió hablar.

Perdón, y-yo.. no quería despertarte. -. Intentó disculparse.

No pasa nada, pero ¿qué buscas? Estás muy inquieto. -. Consultó.

Mis lentes, no los encuentro y... no veo nada. -. Respondió algo apenado, no tenía la mejor vista y odiaba que se lo recordarán, mucho más sí debía decirlo u admitirlo.

¡Ah! -. Dijo tomando algo de la mesita de luz que se hallaba a su lado. - Acá tenés, ayer no te encontrabas muy consciente que digamos, y cuándo nos fuimos a dormir vos los tenías puestos, así que me tomé el tiempo de guardarlos. Perdón por el susto que te di.

Ah, bueno, muchas gracias. Fue muy amable de tu parte... nadie había hecho eso por mí antes. -. Agradeció cortantemente.

Muy en el fondo anhelaba poder decirle todo lo que realmente sentía en ese momento, sentía el impulso de besarlo, se veía tan bien de esa manera; su pelo lacio algo revuelto, su cara adormilada y esos labios color carmín que deseaba sentir.

Álvaro se dio cuenta de que se encontraba embobado mirándolo con un leve sonrojo en sus mejillas y eso mismo ocasionó algo de nervios en él.

Ahm, Ricardo... ¿por qué me miras tanto?.. -. Sentía algo de curiosidad.

Al oír las palabras del batero trance se desvaneció por completo de un segundo para otro.

Sintió vergüenza por lo que paso, mucho más por los pensamientos que se colaron y alborotaron a sí mismo.

E-eh, perdón, e-estaba pensando en algo. -. Mintió de forma inocente.

El batero cuestionó esa respuesta tan simple y cortada por parte de su 'amigo', muy en el fondo seguía sintiendo esa misma intriga de saber a qué se debían estos actos.

Al cabo de unos minutos ya se encontraban en la cocina desayunando. Ricardo no era de completar las 3 comidas del día, solía saltearse el desayuno y a veces la cena, no le encontraba el sentido, aunque siempre le repitieran que no debería de hacerlo ya que podría causarle mucho daño.

Álvaro al ver que Ricardo aún seguía sin tocar la comida decidió preguntar qué pasaba.

Riki, no es por nada, pero ¿por qué no comes? ¿No te gusta? Puedo prepararte otra cosa, d-digo, sí querés... -. Consultó.

No es que no me guste, Álvarito, es que no soy de desayunar... ¿me entendés? -. Respondió.

¿Te salteas el desayuno? Pero, Ricardo, te podría pasar algo ¿no sabías? -. Reclamó.

Ya sé, pero pasaron años y mirá, sigo como si nada. -. Contestó en broma.

Te va a hacer mal, sí queres te hago otra cosa, pero no vas a estar sin comer.. -. Volvió a reclamar hacía el Musso.

Decidió ceder ante Pintos. No tenía la necesidad de seguir con eso.

Ta', hace lo qué quieras. -. Respondió dejando victorioso a Álvaro.

Siempre te gano a vos. -. Bromeó.

Yo no pierdo, yo me dejo ganar. -. Dijo bromeando.

Ambos rieron.

Quería permanecer más tiempo con el de pelo lacio que aún sonreía viéndolo, pero recordó a Roberto, que posiblemente se hallaba furioso esperándolo.

Con algo de decepción se preparó para despedirse de aquél muchacho que muy en el fondo amaba y adoraba.

Álvarito, me tengo que ir, ya es tarde. Roberto debe estar más qur molesto por salir y regresar a estás horas. -. Un poco desanimado se acercó y le entregó un sútil pero dulce beso en la mejilla. - Te veo mañana, cuídate mucho.

El batero, el cual seguía embobado con la anterior acción del Musso, intentó recuperarse y sacar esa ola de pensamientos que lo invadieron a los pocos segundos del roce entre los labios de su compañero y su cachete.

Ah.. sí, sí. Bueno, nos vemos, cuídate mucho también... -. Se sentía algo decepcionado de eso, anhelaba pasar más tiempo con él.

Cedió una leve sonrisa que fue correspondida por el de lentes que se alejaba cada vez más.

En el camino, Ricardo, seguía pensando intensamente en Álvaro. Experimentaba muchas cosas al estar a su lado; felicidad, paz y comodidad. Podía ser él mismo, lo que ocasionaba un gran amor por ese batero, uno demasiado grande.

Muy tarde, pero no tenía ni la más mínima idea de qué agregar, mañana voy a corregir mis errores y demás. :-)

Feliz san valentin a todxs!

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Feliz san valentin a todxs!

𝗖𝗁𝗂𝖼𝗈 𝗖𝗈𝗋𝗋𝖾𝖼𝗍𝗈. // 𝗔𝗅𝗏𝗂𝗄𝗂.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora