Cap. 13 - La Jaula.

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Narrador: Adriana

Me sorprendió el hecho de que Valentín haya entrado por esa puerta. Nos quedó mirando confundido, aunque después su confusión se volvió en molestía o "enojo".

- ¿Que hacés acá? - Susurró Valentín para que mi mamá no le oyera.

- Mamá lo invito - Susurré de nuevo, pero mi hermano no estaba muy convencido.

Gustavo, por otro lado, se veía algo incomodo, yo tomé su mano por debajo de la mesa para tranquilizarlo y creo que funcionó un poco.

- Valentín, que bueno que llegas. - Mi mamá lo abrazó rápidamente y le dijo que tomara asiento.

- Hola, Valen - Gustavo saludó para no ser grosero. O eso parecía.

Mi hermano no contestó y lo mire mal. Mi hermano solo se limitó a darle una mirada, cómo de advertencia.

- ¿Y como les fue en el proyecto? - Mi mamá se volvió a sentar y nos dirigió la mirada a mi y a Gus.

Gustavo me miró confundido, entonces respondí.

- Bien, estuvo bien, fue algo de química que nos habían encargado, ya que Gustavo no es muy bueno en esa materia, y el profesor me pidió que le ayudara e hicieramos ese proyecto. - Respondí con total naturalidad. Cómo si hubiera sido verdad.

- ¿Que proyecto? - Mi hermano Intervino. Él continuo cenando.

- Fuimos a casa de Gustavo para hacer el proyecto de química, lo que acabo de decir. - Reté a mí hermano con la mirada. Él solo frunció los labios, asintiendo.

Los mates que mi mamá nos había dado a mi y a mi novio, Gustavo, fue el primero en terminarlo, no sé si por qué quería desaparecer de ahí. O si realmente era muy fan del mate.

- Bueno, yo ya me voy. Muchas gracias por invitarme señora Aura. - Se levantó de la mesa y agradeció a mi mamá, ella le dio un pequeño abrazo.

-  Adriana, acompañalo a la puerta, por favor. - Mi mamá pidió y yo asentí, me levanté de la mesa y fui detrás de él.

Abrí la puerta y le cedí el paso, para que pasara él primero. Gustavo salió y cerré la puerta detrás de mi.

Nos quedamos en silencio por unos segundos.

- Eso fue incómodo - Río Gustavo y yo asentí, riendo también.

- Bastante - Continúe y él se acercó a darme un abrazo. Que yo correspondí de inmediato.

- Gracias por invitarme. - Me susurró cerca de mi cuello.

- Yo no te invité, fue mi mamá. -; Reímos los dos juntos y finalmente Gustavo rompió el abrazo.

- Ahora sí, ya me tengo que ir. - Asentí y el solo me miraba.

- ¿No te falta algo? - Me preguntó, y yo sabía perfectamente a qué se refería.

Me acerque a él y le dí un beso pequeño, rápido para que mi hermano o mi mamá no nos vieran.

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