Una mirada nueva
en viejos ojos
en triste rostro.
Cuerpo joven,
sin ganas,
sin luz,
sin nada.
Esa mirada, ese cuerpo
están apagadas por el tiempo,
por el paso de los años.
Porque el joven
a pesar de joven
ha llorado, ha sufrido.
Y el viejo por sabio
al fin comprendió
que ha de avanzar al ritmo del mundo
que está a su alrededor.