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23 de noviembre 2023. 🎤 Gala 1 ! Save your tears — Cris y Lola.
—¿Tu crees que va a salirnos bien? —Le pregunto a Cris, a lo que él asiente con una sonrisa adormilada.
—Nos va a salir increíble, ya verás.
Es muy pronto por la mañana, y a decir verdad me encantaría poder estar durmiendo en mi cama, pero anoche Cris y yo quedamos en despertarnos temprano para ensayar un poco antes del pase de micros.
Siento que todo esto está yendo muy rápido. He pestañeado y de repente han pasado tres días. Parece poco, pero os juro que en realidad aquí dentro el tiempo pasa mucho más rápido.
—¿Quieres que volvamos a ensayar más tarde? Igual nos viene bien— le digo, no muy convencida con mi parte de la canción. Cris se ríe un poco mientras me abraza y abre la puerta para salir del box— El inglés me sigue costando un poco.
—Creo que puedo intentar ayudarte, pero igual Chiara te sirve mejor. Ella te dijo que te ayudaría si se te complicaba, ¿no?
—Si— asiento mientras caminamos hacia la habitación de nuevo, ambos en pijama— Pero me sabe un poco mal. Ella y Paul ya tienen bastante con su canción.
—Tienes razón, pero no creo que le importe ayudarte.
Él deja de caminar en cuanto llegamos a nuestros armarios, y yo sigo caminando hacia el mío. Justo cuando lo abro, Paul sale de los baños y el timbre empieza a sonar.
—Buenos días— nos dice— ¿Me a parecido escuchar mi nombre?
—Sí, pero es algo sin importancia. No te preocupes, Paul.
Le doy un beso en la mejilla a cada uno antes de correr hacia las duchas y vestirme con tranquilidad. Estoy demasiado nerviosa por el pase de micros, y sinceramente espero dar la talla.
Me deshago del pijama nada más entrar en ella. Todavía me causa un poco de vergüenza ducharme aquí, porque todos nos duchamos juntos, pero de nuevo, sé que acabaré acostumbrándome. Dejo que el agua caiga sobre mi pelo. Lo enjuago con champú y lo aclaro con agua mientras tarareo la canción de esta semana.
Si hay algo que echo de menos, es no poder poner música cuando me ducho. En casa lo hacía siempre, pero claramente aquí, no puedo.
Al salir de la ducha me seco y me visto con rapidez. Cuando salgo Juanjo me da un pequeño abrazo, todos están ya casi vestidos. Las chicas están maquillándose.
—Oye, gracias por ayudar con la charla de anoche.
—Es que tenéis razón, Juanjo. Somos un desastre, y aquí supongo que nos verán fácilmente como cinco mil personas— le explico— Y ya no solo eso, es que también es complicado convivir entre mierda.
—Exacto, pienso lo mismo. ¿Después de desayunar quieres ayudarme a vaciar el lavavajillas?
