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20 de noviembre 2023. 🎤 Gala 0 ! 24 rosas — Aitana.
Me ha costado mucho llegar hasta aquí, pero lo he conseguido y estoy mucho más que orgullosa, pero por fin ha llegado el día. Hoy es la gala 0 de operación triunfo 2023.
En serio, no os podéis ni imaginar lo que he soñado con este momento. Más o menos casi 19 años. Y sí, he dicho casi, porque el mes que viene es mi cumpleaños número 19. Y aunque sería un poco triste celebrarlo sin mis tíos, primos o familiares en general, sería increíble poder celebrarlo dentro de la academia.
Martin y yo lo tenemos muy planeado. Montaríamos una fiesta increíble, si es que nos dejan.
Justo cuando termino de cerrar mi última maleta, alguien llama a la puerta, por lo que me apresuro a abrirla.
Denna, otra de mis compañeras de edición, entra dando saltitos por la emoción. Se sienta con la postura de un indio, y se pone a hablar sin siquiera saludar.
—¡Tía, que nervios!— chilla emocionada, mi amiga— ¡Qué esto ya está aquí!
—Estoy tan nerviosa que se me ha olvidado la letra.
Denna rueda los ojos, todavía con diversión, y cuando menos me lo espero ya está dándome un abrazo bastante reconfortante.
—¿Quieres que ensayemos antes de marcharnos?
—Sí, por favor
❪ ✰✰✰ ❫
—¿Podéis dejar de tirar cosas, por favor?
Escucho la voz de Naiara, sentada justo en el asiento detrás de Martin y yo. Estamos en el bus, de camino al plató de operación triunfo, los nervios se palpan en el ambiente, y están tirándose bolas de papel unos a otros. Noemí Galera —la directora de la academia— está aquí con nosotros, pero por alguna razón está dejando que nos divirtamos.
—Oye, por favor— escucho ahora la voz de Juanjo— Que vais a distraer al conductor.
—Sí— me uno a la conversación— La verdad es que no me gustaría morir ahora mismo. Por lo menos dejad que haga la actuación de hoy, ya después, lo que queráis.
Escucho la risa de Martin a mi lado, que niega con la cabeza de una forma divertida. Siempre me he llevado muy bien con él, tal vez porque somos los pequeños de la edición, o a lo mejor simplemente es porque nos entendemos muy bien.
Él estira su brazo y me despeina, a lo que yo le pego haciéndole reír. Bufo y me centro en el ambiente que hay dentro del autobús, que por cierto, es increíble. Me encantan todos, tienen una vibra más bonita y cantan tan, tan bien.
Es una pena que de los dieciocho que somos solo vayan a entrar dieciséis, la verdad.
—¡¡Lola!! —Me llama alguien, pero estoy tan metida en mis tonterías con mi compañero de asiento que no me doy cuenta hasta que una bola de papel aterriza justo en toda mi cara.
