Capítulo 2: Travesía al Bosque de las Almas Perdidas

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La reunión se estaba haciendo muy extensa, ya que, se tenía que abordar muchos puntos y antes de terminar había que buscar una solución para actuar inmediatamente.

A través de la ventana se podía ver qué ya estaba amaneciendo, el cielo se estaba tornando en un color naranja. Parecía que el sol tenía miedo a salir, se sentía más apagado que ningún otro día.

¡Ah! -suspiró el sabio, cerró una libreta donde apuntaba varias cosas y comenzó a hablar.

Yo pienso que antes de sacar conclusiones debemos de investigar en un lugar que creo que puede ser clave. Los últimos exploradores que fueron al Bosque de las Almas Pérdidas...

¡Ese lugar es muy peligroso! - la anciana se levantó rápidamente de la mesa y no dejó que el sabio terminase

¡Silencio, déjale que termine! -dijo la reina con enfado.

Perdón...su majestad -dijo con voz entrecortada la anciana

Continua sabio lo que estabas contando... -no escuchó las disculpas de la anciana, no les dió importancia.

Lo que iba diciendo antes de la interrupción...En el Bosque de las Almas Perdidas los exploradores me comentaron que encontraron señales de antiguos artefactos mágicos, ruinas ancestrales e incluso la presencia de seres místicos que pudieran tener conocimiento sobre la profecía y las fuerzas oscuras.

Pues tendríamos que mandar a los soldados más fuertes a que sigan la investigación en busca de nuevas respuestas –dijo la reina con voz decisiva

Cariño todos los soldados están haciendo las misiones de proteger las aldeas cercanas de Lumaria de los ataques constantes que reciben diariamente –dijo el rey acariciándole el hombro.

¡Ah, es verdad! ¿Entonces a quien enviamos? -dijo la reina con preocupación

¡Podemos ir nosotros su majestad! -exclamó Luna

Vosotros....ja,ja,ja –empezó a reírse la anciana con descaro

¡Basta! La que decide si van o no soy yo...así que puedes ahorrarte tus carcajadas patéticas –dijo la reina con ojos de furia. Si la mirada matara, esa anciana ya estaría desintegrada.

Joven, ¿tú eres guerrero verdad? ¿Y tú eres una hechicera no? -Mientras los nombraba los iba señalando.

¡Si, su majestad! -dijeron los dos al unisonó.

¡Pues que no se hable más! Deberíais ir a casa para descansar para comenzar la investigación lo más rápido posible, ahora sí, pueden retirarse –Le hizo una señal a los guardias para que les abriera la puerta.

¡Si su majestad! Cualquier información que sea valiosa se la diremos –Hicieron una reverencia y abandonaron la sala.

Aiden y Luna salieron bastantes emocionados de la sala ya que iban a vivir su primera aventura juntos, pero también estaban muy cansados.

Al salir al exterior, Aiden se despidió dándole la mano a Luna mientras le decía:

Nos vemos mañana al mediodía en La Plaza de las Estrellas.

¿Y dónde vas a descansar? ¿Tienes tu casa cerca? -Dijo Luna antes de darse la vuelta e irse

Emm....no, veré donde me dan alojamiento. Siempre cuando voy de aventura a defender las aldeas de las sombras, ellos me pagan con alojamiento y comida.

¡Pue...Puedes venirte conmigo a casa de mis padres adoptivos...puedes quedarte en la habitación de huéspedes! -dijo con un nudo en la garganta, le costaba pronunciar las palabras.

El Reino de las SombrasWhere stories live. Discover now