One Shots Diabolik Lovers x tú (PERSONAJES X LECTORA)

Ayato

En este ONE-SHOT la protagonista es un poco débil porque quería probar a hacerlo con la actitud de esta manera. Tranquila, si no te gusta que sea así, pronto haré otro cambiando la personalidad ;)

TN: Tu Nombre

Estaba dando vueltas en la cama buscando una buena posición. Sin embargo, no me sentía a gusto. Algo me incomodaba desde hace un rato. Opté por levantarme y desayunar pues no podía dormir más. Abrí los ojos y me encontré con el mismo vampiro que siempre me molestaba, Ayato. Estaba durmiendo en una esquina de mi cama, se había quedado durmiendo por alguna extraña razón. Me incorporé y me quedé mirándole. Nunca me había dicho nada agradable realmente, solo le interesaba mi sangre. No sabía si despertarlo pues posiblemente se pondría enfadado a gritarme. Por alguna extraña razón me acerqué a él para tocarle el pelo, tenía la mano muy cerca hasta que su voz me interrumpió separándome al instante y alejándome.

-Oi! Chichinashi! - se veía molesto, ¿qué había hecho esta vez?

-Ayato! Buenos días - le dirigí mi sonrisa de siempre

-No serán buenos si no le ofreces a Ore-sama tu sangre - me miró el cuello colocándose detrás de mí

-Ayato! No lo hagas! - le grité y me resistí, pero era demasiado tarde

- No te muevas TN o será peor - hincó sus colmillos en mí - A.ayato...duele...

Por fin acabó con mi cuello y yo caí hacia atrás sobre él

-TN! ¿Qué crees que haces? No te he dado permiso para descansar - no lo iba a negar, no odiaba la actitud de Ayato, era un testarudo y era muy posesivo, pero algo de mi interior, me decía que no me alejara de él

-Perdón Ayato - kun... Mi anemia está aumentando y me siento muy cansada - también debía decir que yo siempre me comportaba realmente bien con Ayato esperando que me quedara algo de esperanza para poder continuar por siempre con él, pero nunca encontraba la manera de estar con él, eso nunca llegaría

-Llámame Ore-sama! Y...vamos a la cocina a por zumo de arándanos, te vendrá bien

-S.sí Ore-Sama - por una vez... ¿él se había preocupado por mí?

Bajamos las escaleras pero yo estaba tan cansada que en una tropecé, sentí como poco a poco iba cayendo hasta que sentí que alguien tiraba con mi brazo de mi hacia él, por supuesto, Ayato.

-EH! TN! Ten más cuidado, si mueres no podrás alimentarme! - Se veía enfadado aunque un poco asustado quizás. Me quedé callada hasta el trayecto a la cocina. Allí aún sin hablar, me bebí todo el contenido del pequeño zumo y miré a Ayato que estaba impaciente.

-Ne, TN, ¿crees que podrás hacerme unos takoyakis? -me miraba atento mientras yo me sonrojaba dirigiéndome a la nevera para coger los ingredientes necesarios.

-Por supuesto, Ayato - se me olvidó decir Ore-sama!

-Ah...bien TN - me seguía mirando sin apartar la mirada de lo que estaba cocinando. Menos mal que no se dio cuenta de que me faltó el Ore-sama. Terminé de cocinar y le extendí la bandeja. Comenzó a comer hasta que escupió un trozo - Chichinashi! Está demasiado caliente!

-Eso no es mi culpa, espera un poco a que se enfríe y ya podrás comerlo

-SOPLA!

-¿Qué?

-Eres muy lenta TN! Realmente eres una inútil ¿no crees?

-Ayato-kun...no me digas eso

-Solamente sopla! Y dime Ore-sama ¿vale?

-Ayato... ¿por qué me hablas siempre así? NO AGUANTO MÁS! - Salí corriendo con las lágrimas desbordándose por mis mejillas. No creía que él pensara eso de mí. Llegué hasta el patio y ya cansada por la carrera, me detuve a respirar apoyándome sobre mis rodillas

-Oi, Chichinashi - me giré al oír esa voz que hace poco me había destrozado

-¿Qué? No me vengas a pedir perdón, estoy cansada de tus amenazas, insultos y menos precios hacia mí. Soy una presa, lo que quieras, pero no tienes por qué hacerme esto, ¿disfrutas con mi sufrimiento verdad? ¿Es eso verdad? ¿Te divierte ver como poco a poco sufro más verdad?

-TN...No creo que aceptes mis disculpas...arg! Esto es vergonzoso, pero lo siento. Quiero que siempre que puedas me cocines los Takoyakis. Quiero toda tu atención en mí, quiero que solo pienses en Ore-sama. Pero, no sé cómo demostrarte lo que muchas veces siento

-Ayato... ¿Por qué no me lo dijiste antes?

-No sabía cómo decírtelo. Comprende que...me da vergüenza hablar de esto - Oh dios! Ore-sama estaba sonrojado a más no poder

-No te preocupes Ayato-kun - le abracé. Él me separó rápidamente con una cara fría. Yo me sorprendí y entristecí a la vez un poco. Cambió la cara a una más alegre y me dio un beso delicadamente en los labios. Se separó, no teníamos oxígeno - Arigato Ore-sama

-No ha sido nada. Ah, tengo mucha sed - me destapó el hombro - TN...

-Bueno, de vez en cuando no está tan mal ¿no? - sonrío - date prisa, antes de que me arrepienta Ore-sama!