Un verano con mi enemigo

15

Mis pies estaban descalzos sobre la arena caliente.

Alcanzaba a ver el fuego de la fogata mientras caminábamos hacia ellos, Pablo estaba callado caminando a mi lado. ¿Debería...

—¿Todo bien?—pregunté.

—Sí.

—¿Seguro?.

—¿Qué sientes por mi?.

Su pregunta fue tan abrupta que me detuve al instante, quedamos de frente sin ser capaces de hablar.

¿Qué siento por Pablo?.

Ni yo misma lo sé.

¿Por qué me lo preguntaba en este momento?.

—No lo sé.

¿Yo debía decirlo primero?, ¿por qué no lo hace el?.

—¿Y tú?—me arrepentí en cuanto pregunté.

Pablo apretó su mandíbula y me miró a los ojos, me daba miedo su respuesta. No estaba segura de saber que quería escuchar.

Lo que sea que estuviera a punto de decir me ponía los pelos de punta.

—Yo...

—¡Chicos, los estábamos esperando!—interrumpió Israel que ni siquiera nos dimos cuenta en que momento nos encontró.

Los ojos de Pablo y los míos seguían conectados, no veíamos a Israel solo sabíamos que estaba ahí.

Pablo resopló con frustración apartando su mirada y dirigiéndola a Israel quien nos veía confundido.

—¿Interrumpo algo?.

¿Cómo te explico?.

—No, ya íbamos—dijo Pablo a regañadientes.

Israel estaba un poco intimidado pero no dijo más, llegamos hasta el grupo actuando normal.

¿En qué momento pasó de un beso a estar en el momento más confuso de mi vida?.

Me senté en medio de Pablo y Emma mientras nuestras madres preparaban las hamburguesas, no podía dejar de pensar en la pregunta de Pablo.

No podía asegurar que me gustara ni podía negarlo.

O tal vez en el fondo si lo sé, y mi verdadera duda es...

¿Quiero algo formal con Pablo?.

Por el lado positivo, nuestras madres son mejores amigas y amarían nuestra relación. Si todo saliera bien entre nosotros sería fantástico.

Pero, por el otro lado; si no funcionamos, arruinaremos todo.

Es todo o nada.

¿Me arriesgo, o me quedó con la duda?.

Saliendo del tema de mamá y Ximena, me daba miedo que Pablo me pudiera lastimar, no quería volver a sentirme mal por un chico o me traicionara como Marco.