15

6.5K 338 142
                                    


Katherine Parker.

Un huracán de emociones giraba en mi estómago, por una parte quería gritar de la emoción y por otro lado, quería golpearme por haber tardado tanto. Besar a Pablo, fue algo que quería mis 15 años y, que no sabía que todavía lo quería hasta mis casi 18.

Di parpadeos rápidos cuando separamos nuestros rostros y caí en cuenta de lo que acababa de pasar. ¿Qué significaba esto?, ¿qué viene después?.

El seguía sosteniendo mi cintura con fuerza pero ninguno se atrevía a romper el hielo, hasta que lo escuché reírse.

—¿Tenía otra pelusa?.

¿Qué...

Ah, ya.

No era momento para bromear, yo estaba procesando todo.

—Ya superalo.

—Jamás, es la excusa más tonta que he escuchado—dijo Pablo.

Me quería reír, pero no era el momento.

¿Qué va a pasar después de esto?, ¿no tenemos que ser novios o algo así?.

«¿Quiero ser novia de Pablo?».

No lo sé.

—Deberíamos llevar esto—señalé el paquete de panes dentro del auto.

Pablo asintió y, al abrir el auto las luces dentro de él se encendieron dejándome notar la mancha de labial rosa en la cara de Pablo.

Mierda.

—Espera—lo detuve antes de cerrar el auto—estás todo manchado.

Pablo esbozó media sonrisa divertido mientras me posicionaba frente a el y le limpiaba el labial con mi mano.

Sentía su mirada clavada en mi rostro mientras le seguía quitando el labial que parecía imposible de remover.

«No vuelvo a usar ese labial cuando salga con Pablo»

Tragué grueso, sus ojos observaban cada uno de mis movimientos lo cual me generaba mayor nerviosismo.

Por fin logré quitar la ultima mancha y me aparté de el como si el tacto fuera doloroso, no lo era pero estaba demasiado nerviosa como para seguir tocándole la cara.

Mucho contacto físico.

cuidado.

—Hay que ir—murmuré sin verlo a la cara.

—Esta bien.

Caminamos hacía la playa, las dudas me estaban carcomiendo, ¿me gustaba Pablo?. Debería beber agua y ahogar las mariposas en mi estómago. Era buena opción, o ¿podía aceptar mis sentimientos y empezar una relación con Pablo?.

La primera sonaba mejor.

La playa estaba muy tranquila a esta hora, no había mucha gente, nosotros estábamos alrededor de una fogata no tan cerca del mar ya que necesitábamos la parrilla para hacer hamburguesas.

Un verano con mi enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora