Llamé a mi único amigo por teléfono. Era tarde así que no me esperaba que contestara, pero lo hizo.

-¿Hola? ¿Nick? - apenas escuché su voz, me largué a llorar. -Dios mío, Nick, ¿que pasa? ¿Donde estás?

-Lo ví, Harry. Está vivo. Era él...

-¿Qué? ¿Podes ir a un lugar más apartado? No te escucho. - aparté el teléfono de mi oído para soltar otro llanto.

Dejé bastante dinero sobre el mostrador, y me largué. Apenas me paré sentí un mareo impresionante. Me senté afuera del bar, respirando profundo.

-¿Hola? ¿Seguís ahí?

-Si.

-¿Que dijiste, Nick? ¿Donde estás? Voy a buscarte.

-No sé dónde estoy... Está oscuro, y hay... Hay muchos hombres feos mirándome... - apenas dije eso, se me acercó un grupo de viejos mirándome con una sonrisa siniestra. No sabía si me querían robar o si me iban a golpear, pero cualquier opción me daba miedo.

-Dios mío, por favor, ¿podés darme algún nombre de la calle por lo menos? O algún cartel que veas.

-Estoy en un bar, el que que está frente a la plaza... Por favor, Harry tengo miedo.- escuché los movimientos desesperados del otro lado de la línea, y el sonido del motor de un auto encendiéndose.

-Ya estoy saliendo para ahí, Nick. Tranquilo, por favor. No hables con nadie... No cuelgues, iré lo más rápido que pueda. - escuché una puteada a un peatón del otro lado, e intenté pararme para alejarme de esos chicos. Por un momento quise meterme de nuevo al bar, no me sentía más seguro pero al menos había gente y podía esconderme. Pero no pude.

-¡Pero mira que tenemos acá! ¡Pero si es Nick Nelson! - habló un tipo que en mi vida había visto. No respondí. -¡Te estoy hablando, imbécil! - sonreía mientras me acorralaba contra la pared. Me di cuenta de que tenía una maldita navaja, y sentí pánico.

-¡Por favor! ¡No los conozco! ¿Que quieren?

-El hijo de puta de tu padre ha estafado al mío, parece que ese lamebolas no pudo dar la cara. Que lástima, te va a tocar pagar a vos. - no entendía una mierda.

-¿Que? - me sujetó con fuerza del pelo. ¿¡Por que mierda nadie me ayudaba!?

-¿Me vas a decir que no sabés que tu asqueroso padre es un maldito maricón? - se rio en mi cara. Y yo lo sabía, lo sabía porque tuvo una historia con Julio, pero ahora no tenía idea de que había sido de su vida.

-¡Hace mucho que no lo veo! ¡No tengo idea de que lo que me estás diciendo!

-Él nos iba a vender a un maricón para la prostitución, pero se arrepintió. Nosotros habíamos pagado una fortuna por él, y para distraernos nos tuvo con putas mentiras, y resulta que después el idiota se enamoró de mi padre. Que asco. Esta lleno de putos maricones.

¿Qué? ¿Habia escuchado lo que había escuchado?

-¿Cuando carajo fue esto?

-Hace unos meses. Y después resulta que el maricón apareció muerto. Lo buscamos por todas partes, pero huyó como una rata. Y como comprenderás, no me pienso quedar con las ganas de matarte. Hemos perdido mucho dinero, chico. -sentía que iba a vomitar en cualquier momento. ¿Acaso el hijo de puta de mi padre había planeado toda esta mierda?

No, imposible. Era una mierda, si, pero, ¿para tanto?

-¿Quien ha muerto?

-Charlie Spring. Nos lo iba a vender, ya estaba todo arreglado, y de la nada, apareció muerto. Y nunca nos han devuelto ni un centavo, así que, vas a tener que pagarme.- empezó a revolver mis bolsillos, y yo me desesperé. El dinero me importaba un carajo, pero teniendo la navaja en mi garganta no podía estar tranquilo.

Everything has changed || Heartstoppper.Where stories live. Discover now