Prólogo

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— Probando... ehem. ¿Se escucha, no?

Una voz masculina y melodiosa inundaba la escena. Hacía frío, y todo estaba oscuro, se podían ver unas luces azules deslumbrantes con códigos que solo un genio podría descifrar.

— Eh, sí.

En las luces azules se encontraba una silueta de una persona... extremadamente familiar. Su voz no parecía real.

— Bienvenida, Miku. Supongo que ya te habrán informado de esto.

Miku reconoció esa voz, pero no podía ver de quién provenía.

¿Eh? ¿A qué te refieres?

— Básicamente, necesitamos borrar todos los sekai, ¿Entiendes?

Miku se sobresaltó. Sabía quien era, pero desde que ya no existían los sekai no podía darse cuenta de si era un clon.

— ¿Qué? Se supone que ya estaban borrados. Además, ¿Por qué me dices esto ahora? No es mi culpa que hayáis perdido los sentimientos que abarcan a los sekai.

Un silencio inmenso inunda la sala. Al parecer no estaba solo.

Estás mintiendo sobre tus intenciones. ¿Acaso quieres otro sekai?

Se escucha una silla chirriar; el hombre misterioso se ha levantado enfurecido.

¿Y qué importa?

Miku se siente ofendida.

— ¿Cómo?
— Claro que importa, solo que tú no lo sabes porque eres un mentiroso.

— ¿Acaso quieres que hable de todo lo que han provocado los sekai? — la voz misteriosa sube de tono. Parece estar cabreado.

No es necesario.

Miku corta la discusión. Silencio otra vez. Esta vez, el silencio parece ser más afilado.

A qué me has traído.

...

Más silencio.

— ¿Hay alguien ahí?

Miles de palabras desean salir del pecho de ambos. No pueden.

...

Tsukasa, inicia el protocolo.

— ¿Cómo que protocolo? Eh, resp-

— ¿Cómo que protocolo? Eh, resp-

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Miku era irreconocible. No quedaba más de ella que simples fallas en su cuerpo. Había un ruido horrible.

— Vaya, qué pesada.

Una voz masculina y un poco enérgica entraba en escena.

— Nos la hemos quitado de encima como si nada. ¡Listo, Rui!

CryptoCristallineWhere stories live. Discover now