Sin decir alguna palabra el mayor salió de la habitación y camino por el pasillo, encontrándose con el policía quien estaba recargado en la pared, con pasos lentos se acercó a él.

¿Pasa algo? — Interrogó, el oficial al darse cuenta de su presencia tosió y se acomodó mejor.

Traigo malas noticias que seguro no le importarán, pero mi jefe me pidió que lo pusiera al tanto. — Declaró con la mirada al suelo, no se atrevía a mirarlo a los ojos.

Estoy esperando. — Tarareó cruzándose de brazos.

Karaku y sus demás hermanos lograron escapar de la policía, los perdieron de vista en la calle Maneh. — Informó, el contrario sinceramente no se sorprendió, mantenía esa expresión calmada algo que hizo que el oficial le diera algo de mala pinta. — ¿Ahora que?

Ya me lo esperaba. — Suspiro con frustración. — Ya me esperaba que los inútiles policías no pudieran atrapar a cuatro adolescentes.

El oficial sin duda alguna logró indignarse, ¿como Esque aquel hombre se atrevía a ofender y criticar su trabajo? Eso no lo permitiría.

Para su información, esos "adolescentes" tienen experiencia en peleas y velocidad, no son chicos normales. — Verbalizó frunciendo el ceño con molestia, no se iba a dejar humillar. — Mis compañeros los investigaron y descubrieron que sus padres los obligaban a entrenar y hacer ejercicio al extremo incluso cuando tenían 5 años.

¿Y sus padres? Vayan a interrogarlos, ¿tan difícil es? — Cuestionó el.

Sus padres sufrieron un accidente automovilístico cuando tenían 14 años. — Respondió mirándolo a los ojos de forma fija.

El doctor se quedó callado unos segundos en pensar que decir, miró detrás de él observándote a ti, quien estabas todavía sentada y al parecer escuchando todo.

Ella es su hermanastra. — Señaló, de forma vaga una idea se le cruzó por la mente. — Pregúntenle a ella, estoy seguro que les contará algo que les puede servir.

El policía también te miró a ti, notándote algo nerviosa y asustada, y tú cuerpo tembloroso, le hizo una seña a su otro compañero el cual asintió y camino hacia ti, ganándose tu mirada en el camino.

Jovencita, tendrá que acompañarnos. — Sin decir nada más te tomo de la mano y te levanto, tú te dejaste pues no había más opción.

Te llevo hacia otro lugar de aquel hospital, específicamente en las escaleras que había en el exterior, el otro oficial se sentó a tu otro lado.

Antes de que me pregunten cualquier cosa, quiero decirles que no sé nada de ellos.... No me tenían confianza ni yo a ellos... — Proclamaste con la mirada al suelo, los dos policias se miraron como si estuvieran conectando pensamientos.

¿Ni siquiera a sus amigos? — Interrogó uno de ellos mirándote mientras alzaba una ceja.

El hermano de Wade, es uno de los mejores amigos de Karaku, seguro que él sabe algo... — Contaste. – Se llama Husdon.

[••••]

Mientras tanto en aquella casa, se podía observar a una joven de cabello negro con puntas rojas la cual metía una comida a recalentar en el microondas, agarro un vaso y en este se sirvió agua.

Condenada en vida | Clones de Hantengu yanderesWhere stories live. Discover now