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Un 28 de Enero del año 1981, en la Maternidad de ese hospital, se encontraba Maria José, porque tuvo a su bebé ese mismo día a la mañana. Ella había llegado junto a Jorge, su marido, pero él no podía entrar ni al parto, ni a Maternidad. En Neonatologia, las enfermeras trataban de calmar al recién nacido bebé, limpiarlo, ponerle un pañal de tela, vestirlo y poder revisarlo.

Esa misma tarde se lo dieron a su madre para que pueda amamantarlo.
Frente los ojos de Maria se encontraba lo que ella decía ser, el bebé más chiquito y hermoso del mundo. Su cara todavía estaba colorada por llorar, pero estaba tomando sus toques pálidos, heredados de ella. Sus ojos eran de un tono gris oscuro y su fino cabello dejaba ver su cabecita. Estaba quieto, ella estaba quieta, solo se oían gritos a lo lejos, pero a ellos no parecía importarles, para Maria, los suspiros, bostezos, y pequeños lloriqueos que su tierno Lukrecio emitía, era todo lo que tenía que escuchar a partir de ese día.

Pasaron dos días y a ella le dieron el alta, permitiendole también, llevarse a su hijo. Su casa se encontraba en un barrio bastante tranquilo de Buenos Aires, ellos vivían con la madre de Maria,una mujer que parecía ser muchísimo más joven de lo realmente era, Gisella, de 40 años, cuyo marido se encontraba en Santiago del Estero, trabajando en el campo.

El nene poco a poco descubrió su cuerpo y sus principales capacidades, como el oído y la voz, el movimiento, el tacto. Probo sabores más allá de la leche de su mamá y paso de retorcerse en la cuna, a gatear, y de gatear, tomado de la mano de su madre, aprendió a caminar.

Una tarde su abuela decidió que sería buena idea llevar a Luke a conocer a su tío, que vivía a unas pocas cuadras. Sin embargo, no les dio tiempo a volver, puesto que se había echo de noche. María y Jorge estaban enterados de que si ella no llegaba a volver antes del anochecer se quedarían a dormir ahí, por lo que no se preocuparon tanto por ellos, Luke solía portarse muy bien en casa ajena, y se quedaba bastante tranquilo en compañía de su abuela.

Al día siguiente el tío de Luke los llevo devuelta a su casa en su auto Ford rojo. Pero se llevaron una sorpresa, la puerta de la casa se encontraba abierta, y ya no estaba ni Maria ni Jorge dentro de esta. Solo quedaban unas marcas en el piso y unas pequeñas gotas de sangre salpicadas en una pared. Gisella maldijo a los cuatro vientos, los milicos se habían llevado a su hija y su yerno, dejándola sola, con su nieto, que apenas tenía un año y dos meses.

Al principio fue difícil para ella criar sola a Luke, pero con los meses pudo establecer una rutina para ella y el bebé, que poco a poco dejó de ser un bebé, dejó de ser un nene, y se volvió un adolescente.

Era alto, bastante alto, llegando al metro setenta y ocho. Sus ojos grises habían tomado un color marrón oscuro y su piel era blanca. Su pelo negro le llegaba a los hombros, parecía estar siempre despeinado y usaba un par de lentes. A sus 17 años se choco casualmente con una chica, rara, a sus ojos.

Una adolescente de un metro sesenta y cinco, cabello rubio y ondulado, adornada con collares de florecitas de plástico echos a mano, pulseras con las mismas características pero con más figuras de plástico. Unos muy grandes aros colgados de sus orejas y unas medias ralladas de rosa y negro que llegaban hasta su pollera de uniforme.

-uuh, disculpa -dijo él, extendiendo su mano para ayudarla a levantarse- no te vi

-no pasa nada -ella se levantó y se sacudió un poco las partes de su cuerpo que habían entrado en contacto con el piso- Me llamo Victoria, somos compañeros pero creo que no me tenes registrada todavía

Luke miro unos segundos adelante, pensando, era verdad, ella si iba con él y él no sabía ni como se llamaba

-AAAAAAH, siiii, ya, ya te me hacías conocida- se sintió apenado, la veía todos los días y no le conocía nisiquiera la voz, y encima, se la choco y la tiro al piso- eu ¿no queres ir al comedor? Te compro un café si queres o, algo así, no tengo drama con eso

-enserió?... em, si, obvio, vamos

Esa tarde se baso en risas, y se sentaron juntos durante las clases, se hicieron amigos muy cercanos y llegaban incluso a amarse.

-entonces mamá Gise me tuvo que cambiar de colegio, y la mamá del pobre chico casi nos denuncia- dijo Luke entre risas y cuando pudo estabilizarse tomó un trago de la Chocolatada que tenía en la mano- para justificarme, él se lo merecía

-jejeje, tenías mucha fuerza de chico Kiki.

Victoria tomo un trago del café que Luke le había comprado, como todas las mañanas.

-si, pero esa fuerza desapareció cuando me volví un nerd cuatrochi -acomodo sus lentes con el dedo indice- lo bueno es que ahora soy lo suficientemente inteligente para no pelear con más nadie.

-jaja, no estoy muy segura de eso- se acercó repentinamente a Luke, sus respiraciones chocaron y el ambiente se volvió tenso por un momento, él apretó la cajita de chocolatada en sus manos y ella solo dejó el café a un lado suyo en esa banca, para tomar al varón del mentón y acercarse más- Kiki... ¿vos sabes lo que siento por vos no?

La roja cara de Victoria reflejaba desesperación y angustia, ella de verdad esperaba ser correspondida por ese hermoso chico y no sabia si podía seguir viviendo si él le decía que no, o si eso arruinaba su amistad.

Luke no emitió ninguna palabra, pero junto sus labios con los de su amiga, siendo este un beso tierno pero que reflejaba el amor que ellos se contenían por miedo al rechazo.

Después de dos meses de relación decidieron decirselo a los padres de Victoria y a la abuela de Luke, quienes se tomaron la noticia de muy buena manera. Se egresaron juntos y decidieron mudarse en una casa del tipo cabaña alejada del barrio, cerca de lo que era un pequeño campo sin habitar. Consiguieron trabajo, Victoria en McDonald's y Luke en una librería. Tenían la vida resuelta con el sueldo que tenían, alcanzaba y sobraba para pequeños lujos que se daban los dos.

Porque en ese momento, solo eran dos.

-segura que te sentis bien amor?

Luke se encontraba agarrando el pelo de Victoria mientras vomitaba, cuando terminó se enjuago y sacó a Luke del baño.

-positivo...

Sus ojos se llenaron de lágrimas, eran jóvenes, tenían 18 años apenas y todavía no estaban preparados para una vida de padres. El varón le acaricio el cachete y seco las gotas de agua que caían como cataratas.

-Vik, se que será difícil, pero somos dos, y vamos a poder -le beso los labios- mamá Gise me crío sola después de que desaparecieron a mis papás, creo que criar a un bebe entre nosotros dos no va a ser tan difícil ¿o si?

-mmm... -miro a un costado, y suspiro- bien, creo que tenes razón, criar a un bebé no es tan difícil como puede parecer

Pasaron dos semanas, y Luke ya tenía dos trabajos para cubrir los gastos que antes pagaba Victoria. Ella se dedico a las labores de la casa. Pero después de su segunda ecografia algo pasó.

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ME DA BRONCA TENER TANTAS BUENAS IDEAS PARA ESCENAS QUE VAN MÁS ADELANTE Y NO PARA AHORA, LPM, HEITEO MI IMAGINACIÓN

Alpha | Vampire OcWhere stories live. Discover now