El precio del milagro

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-¡Abuela ven rápido!- Una joven niña entre 5 y 7 años llama a su abuela mientras el mar le cubre poco más arriba de las rodillas humedeciendo su vestido de verano. Louisa ve como su nieta la llama y sonrie.

Su cabello largo, blanco como el papel, sus manos nudosas y las arrugas que casi escondian sus ojos le indicaban como habia pasado el tiempo. Aunque nunca pudo superar a William Traynor del todo y no logro vivir la vida "al limite" como él ella encontró un camino en la vida, un camino que le gustó recorrer. Se mudó a una isla tropical y con el dinero que él le dió fundó un pequeño orfanato. Su hermana iba a visitarla cada cierto tiempo, ella y su combo de hijos y nietos. A Lou le encantaban sus visitas pero le entristecia que duraran tan poco ya que se sentía sola el resto del año debido a que por su edad habia dejado la dirección del orfanato en manos de otros.

Un día una de las chicas que crió llegó a su puerta con la cara golpeada, una mochila, cinco dolares en el bolsillo y una bebé en brazos. Louisa la acogió, le dió empleo en el orfanato con una carta de recomendación y entre las dos decidieron criar a la bebé. De eso habian pasado cinco años y ellas se habian convertido en su alegria, lo único que lamentaba era la fatiga... Y que Will no pudiera ver lo que habia hecho ¿Estaría orgulloso de ella? ¿Se burlaria por haberle pasado sus gustos en moda a sus nietos y nietas? Seguro que si, porque no pasaba un día en que ella no pensara en él.

-Abuela ¡Ven rapido!

-Ya voy Tris ¿Que no ves que estoy vieja para esto? Me crujen todos los huesos- Dijo Louisa mientras hacia temblar sus brazos como si fuera fragil, haciendo reir a la niña.

-Es que mira lo que encontré ¡Hay una gema enterrada! Pero si me hundo más mancharé el vestido que me compraron mamá y tu- dijo mientras hacia pucheros. Ella le dio palmaditas en la cabeza y le apretó las mejillas.

-¿¡Asi que quieres que tu abuela se ensucie por ti!? Que descarada que eres mi pequeña Beatrice- la niña luchaba por soltarse pero sus esfuerzos hicieron reír a Lou. Haciendo un esfuerzo se agachó en pos de conseguir la "gema" que le señalaban la cual seguramente acabaría siendo un trozo de cristal enterrado y pulido por las olas. Cuando logró desenterrarlo vió que estaba rodeado por tierra, piedra blanda y percebes ¿era una aventurina o algo similar?

-¿Qué son esas cosas abue?

-Percebes, si los tocas tus manos se volverán iguales- La niña hizo una cara de miedo y ocultó las manos atras suyo.

La gema era interesante, negra brillante llena de colores, como si encerrara una galaxia en su interior. Desde la orilla la madre de Beatriz les hacia señas de que regresaran porque estaba atardeciendo y la niña corrió hacia su madre. Ella tambien caminó hacia la joven cuando sin querer quebró parte de la roca que rodeaba la gema y la tocó directamente con la mano. Entonces escuchó en su mente una voz suave y resonante, ligeramente autoritaria:

-¿Cual es tu mayor deseo?

Ella se llevó las manos a las orejas para ver si se lo habia imaginado. Cuando alcanzó a la joven ventiañera le preguntó.

-¿Lo escuchaste?

-¿Escuchar que?

-La voz, me preguntó cual era mi mayor deseo.

Ella la miró con lástima mientras levantaba a su hija y la cargaba contra su pecho.

-Mira si es por los medicamentos podemos cambiar de doctores, esta bien.

-No seas condecendiente. Estoy vieja, no loca Laura y se que no me imagine lo que escuche.

-Ya, pero- no terminó su pensamiento porque algo atrás de Louisa la dejó palida. Cuando ella se giró tuvo que entrecerrar los ojos por culpa del sol que empezaba a caer sobre el horizonte, pero simplemente vió la silueta de una persona delgada y alta que parecía estar observandolas.

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⏰ Last updated: Apr 03 ⏰

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Deseo de estrella fugaz -Yo antes de tiWhere stories live. Discover now