Sintiendo comenzaba una pequeña guerra por el control, Hyunjin llevo su mano derecha hasta el rostro de su paciente para tomarlo con fuerza logrando así dominar la situación, Con su lengua explorando toda la cavidad bucal de Jeongin, Hyunjin tuvo que separarse por la falta de aire; Con las respiraciones errática, ambos hombres se miraron a los ojos, y una leve sonrisa apareció en ambos rostros, antes de fundirse en un demandante beso, el cual llevó a ambos al borde del abismo.

Entre besos dominantes Jeongin fue capaz de despojar de la ropa inferior de su doctor, sabía a ciencia cierta que esté ocuparía un alivio para su miembro y por extraño que sonara el estaba dispuesto a dárselo, separándose de los labios del contrario, Jeongin logró tomar la polla de su Doctor entre sus manos para luego comenzar dejarle pequeñas caricias los cuales hacían gruñir de placer a Hyunjin. Sintiendo bajo su tacto las venas de la gruesa polla de Hyunjin, hizo que Yang se preguntará cómo se sentirán aquellas venas bajo las caricias de su lengua. Sin embargo, no hizo amago de querer tomar aquella polla con su boca, puesto sabía su posición de sumiso en el momento y no debía hacer nada sin haberlo recibido como orden.

—¡Mierda, Yang!— exclamó Hyunjin— me preguntó cómo se sentirá mi polla en tu pequeña y dulce boquita—Jeongin sabía el rumbo que tomarían las cosas con solo haber escuchado aquellas palabras de la voz ronca de su doctor—Chupamela, pequeña perra.

Si bien, Jeongin jamás había hecho una felación, sabía todo los puntos que volvían loco a un hombre, debido a que había recibido infinidad de mamadas, y cada una tocaba un punto que podía llevar a la locura a cualquiera.

—Si, señor—contesto, Jeongin antes de empujar levemente a Hyunjin para que esté quedará completamente parado y el sin perder tiempo, de colocó sobre sus rodillas y sobre su mano izquierda, quedando su cara frente a libre polla de Hyunjin, quien era un trozo de carne a la espera de ser devorado. Tomando una bocanada de aire que luego fue expulsada, Jeongin tomó con nerviosismo la polla con su mano derecha para dirigirla hasta su boca, donde comenzó a hacer su trabajo bucal, que comenzaba desde el gran glande hasta los testículos de su doctor quien soltaba gruñido tras gruñido y agarraba con fuerza la cabellera de Jeongin.

—Voy a correrme en tu linda boquita y tú vas a permitirlo—dijo Hyunjin cuando los característicos espasmos hicieron acto de presencia.

Jeongin consciente del significado de aquellas palabras siguió su trabajo con avives hasta que sintió la pequeña vibración de la polla que estaba en su boca y segundo después el espeso y cálido líquido llenar su boca, el cual tragó con dificultad; Aquella para Hyunjin había sido un punto de placer para su ego, Sorprendido con Jeongin, Hyunjin se propuso a darle la merecida recompensa, así que sin darle tiempo de asimilar bien las cosas, lo tomó de los brazos y como si fuera un objeto liviano lo cargó hasta acostarlo boca arriba para luego volver a introducir sus dedos con rudeza, logrando que este diera un grito ahogado mientras que el comenzaba a penetrarlo con sus dedos, si bien podía haberlo hecho con su polla, prefería entrenar un poco más a Jeongin y que fuera este este quien rogara por su polla.

Tocando con violencia la próstata de Jeongin, Hyunjin sintió el cuerpo del mayor estremecer en su lugar, Hyunjin comprendido que no tardaría mucho para que Yang se corriera, y fue por eso que llevo su boca hasta el miembro de Jeongin donde chupo levemente y Jeongin llegó aún potente y prolongado orgasmo.

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Después de varios minutos en los que se recuperaron de sus emociones, ambos hombres comenzaron a colocar en su lugar sus prendas de vestir, Hyunjin únicamente había tenido que subir su ropa interior y su pantalón de vestir, en cambio, Jeongin había salió corriendo hacia el pequeño vestidor con las piernas temblándole debido a que aún no lograba recuperarse del todo, vistiéndose con rapidez sin darse la oportunidad de pensar en las cosas que había hecho.

Una vez estuvo vestido nuevamente salió del pequeño cuarto, y al hacerlo, no encontró al doctor en la área de revisión por lo cual a pasos lentos camino hasta donde se encontraba el escritorio del especialista para encontrarlo recargado sobre el mueble. Tragando la saliva que se le había acumulado, Jeongin se acercó hasta el doctor sin saber muy bien que decir.

Hyunjin al notar la aproximación del mayor alargó su mano hasta la cabellera de Jeongin para tomarlo con rudeza y acercarlo hasta él.

—Pondremos las cosas claras, yo soy tu hombre, tu dueño, por lo tanto soy quien te domina, tu eres mi sumiso, eres mi propiedad, tu cuerpo me pertenece, aunque tengas esposa—gruño Hyunjin en el oído, Jeongin— ¿Quedo claro?

—Si, señor.

Jeongin no sabía cómo había llegado a semejante circunstancia, si bien antes el había sido quien había tomado el papel de amo y señor de sus parejas, el hecho de ser ahora el dominado por un hombre menor que el, le generaba cierto morbo.

—Bien, te quiero aquí el miércoles a las cinco de la tarde—gesticulo Hyunjin, soltando la cabellera de Jeongin.—Debemos crear un acuerdo de conveniencia.

—Si, señor.

Después de Hyunjin le dejara ir, Jeongin salió a paso apresurado de la clínica hacia su auto donde una vez dentro soltó un suspiro, sentado frente al volante.

¿En que mierda se había metido y que mierda era ahora él? Se preguntó Jeongin.

The urologist ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora