Capítulo 13

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Hoy se anunciarían los resultados de los exámenes.

El aula estaba cargada de tensión, este era, sin lugar a dudas, el día en que todos los estudiantes se encontraban en sus asientos, aguardando con ansiedad que la maestra cruzara la puerta y revelara sus calificaciones.

Todos habían verificado que las respuestas de los exámenes que Kushida había compartido eran idénticas en esta ocasión, lo que probablemente significaba que la mayoría había aprobado el examen sin contratiempos. Sin embargo, había un grupo que no estaba seguro y, si uno de ellos fallaba, tendría repercusiones en toda la clase, ya que significaría la expulsión, lo que indudablemente restaría cualquier cantidad de puntos que la clase hubiera podido acumular.

Izaya, sentado en su lugar, examinaba los rostros de sus compañeros.

Una sonrisa sutil se dibujaba en sus labios.

Estos momentos, cuando no sabes qué sucederá a continuación, cuando los humanos experimentan la incertidumbre del futuro, cuando están a un paso de sentir alivio o desesperación, son los que realmente valen la pena.

Estos momentos son los más trascendentales, ya que requieren de una serie de circunstancias para ser creados.

Habría sido mucho más entretenido si Kushida no hubiera proporcionado las respuestas de los exámenes, pero dado que lo hizo, no había mucho que él pudiera hacer para añadir diversión a la situación. Sin embargo, este giro de los acontecimientos le permitió prestar atención a una presencia que apenas había notado últimamente.

Dirigió su mirada y allí estaba, el chico llamado Ayanokouji Kiyotaka, sentado con la espalda erguida en su silla, su expresión era notablemente indiferente mientras esperaba la entrada de la profesora.

Izaya observó que él no parecía preocupado en lo más mínimo por los resultados. Pero, ¿era porque realmente no le importaba o porque ya conocía el resultado?

Izaya se encontraba en un problema, incapaz de descifrar a Kiyotaka, un hecho que resultaba sumamente inusual, aunque no imposible. Ya había tenido encuentros con otros individuos que rompían con lo convencional. Sin embargo, esta peculiaridad solo hacía a Kiyotaka más interesante, ya que Izaya era consciente de lo escasos que eran estos individuos.

Aún no había decidido cómo abordarlo. Consideró la posibilidad de ser directo, pero rápidamente desechó la idea por considerarla aburrida. En su lugar, había estado maquinando un enfoque más complejo para poder analizar a Ayanokouji de manera más efectiva y descubrir qué tipo de humano era.

Se estaba tomando su tiempo, ya que después de un periodo de observación, había concluido que, entre todos los estudiantes de primer año, Kiyotaka era, con diferencia, el más intrigante.

Giró su cabeza, no quería mirarlo por mucho tiempo, especialmente porque resultaba tedioso hacerlo si Kiyotaka no mostraba ninguna emoción humana.

Cuando Izaya dejó de observarlo, Kiyotaka giró su cabeza y miró al pelinegro de reojo. Luego, apoyó su mejilla en su mano y miró hacia adelante, con una expresión aburrida en sus ojos.

La maestra entro un momento después.

Con el sonido de la puerta abriéndose todos la miraron fijamente, la profesora experimento un momento de sorpresa, al ver a todos sentados en sus lugares.

Finalmente se puso de pie en frente de todos, y colocando los resultados en la pizarra, desplego una lista., estaban los nombres de todos junto con la puntuación general de cada uno.

classroom Of The Elite: A New beginningWhere stories live. Discover now