Capítulo 9 | "Secreto"

48 5 11
                                    

¿Cómo se podía estar tan extasiado con tan solo sentir? Durante mis 23 años de vida había conocido a una gran cantidad de mujeres, no lo voy a negar, todas tan distintas, hermosas a su manera, complicadas, vehementes... pero ninguna se igualaba a la chica que me miraba en ocasiones a través del ventanal del salón que daba vista al jardín, a la que con tan solo una sonrisa lograba derretirme por dentro, aquella que podría pedirme lo que fuera y no dudaría en conseguirlo. Porque era eso... me hacía sentir demasiado, una calidez en el pecho que era desconocida para mí, pero a la vez se asemejaba tanto a la sensación de saborear tu comida favorita, de escuchar la risa de tus padres, de ponerte un abrigo cuando está helando... las cosas con Susan se sentían correctas, aunque entre nosotros existiera un gran abismo al que estábamos dispuestos a saltar.

Me sentía loco de amor por ella, pero al mismo tiempo estaba más cuerdo y consciente que nunca... porque sabía muy bien lo que conllevaba amarla, que no era fácil, aunque así se sintiera. Pero quería amarla, había decidido seguir haciéndolo sin importar las consecuencias. No obstante, pensaba mucho en ella, porque sabía que tenía mucho que perder, que decirme "sí" a mí quizás significaba rechazar un sinnúmero de cosas que eran valiosas para ella. Pero... creo que a veces el amor es así, te pide todo a cambio de todo, y está en nosotros elegir qué será nuestro todo.

"Venga a mi alcoba esta noche". Aquella petición me tomó tan fuera de base, que solo pude pestañear varias veces, tragar saliva y asentir. Sí, la locura más grande que había cometido en la vida había sido enamorarme, pero dentro de esa gran locura existen otras locuras más pequeñas que no dejan de ser locuras... y sin duda alguna, esa fue una. Mientras trabajaba en el vergel aquel día no podía dejar de meditar en lo que estaba a punto de hacer. Me sentía nervioso y emocionado, mi mente volaba y no dejaba de imaginarse cosas... Joder, un montón de cosas en las que no debería estar pensando.

—Padre, me quedaré un rato más trabajando. –Papá me miró extrañado mientras se quitaba sus guantes. – Creo que es mejor si adelanto un poco lo que mañana. –agregué para sonar más convincente.

—¿Quién eres tú y a dónde te llevaste a mi hijo? –preguntó en un tono divertido que me hizo reír. –Bien... pero, no salgas muy tarde, sabes que a tu madre no le gusta cenar sin ti.

—No me esperen, tengo... planes esta noche, con Leo. –mentí, sonriéndole de forma inocente y él frunció ligeramente el ceño.

—Claro... –respondió papá mirándome con los ojos entrecerrados y luego se propuso a recoger sus cosas.

Ya estaba oscureciendo cuando mi padre se marchó y me informó que uno de los carruajes del duque me llevaría al pueblo si así lo deseaba para que no tuviera que caminar ese trayecto de noche. Seguí trabajando un rato más hasta que ya me era incómodo ver y fui al taller a asearme y cambiarme el uniforme. No es por alardear, pero me atrevo a decir que nadie conocía aquel jardín mejor que yo y mi padre, ni siquiera el duque, así que, mientras esperaba una hora apropiada, me escabullí por ahí, en un lugar donde sabía que los guardias no rondaban, cerca del balcón que daba a la habitación de la preciosa castaña. Mirar la tenue luz que dejaban ver las cortinas entreabiertas hacía que mi corazón latiera un poco más fuerte. El solo pensar que la tendría a oscuras, sola, entre mis brazos, en su alcoba, en su cama...

No sé en qué momento me quedé dormido, pero cuando abrí lo ojos con pereza, las luces que provenían de la mansión estaban casi todas apagadas, incluyendo la de la habitación que tenía en frente. Me levanté perezosamente del césped y caminé en cuclillas hasta la pared llena de enredaderas que llegaban casi hasta el techo. Mientras las trepaba pensé en que sería mejor cortarlas para evitar intrusos, intrusos como yo. Sonreí triunfante cuando me volé por la barandilla que rodeaba el balcón y por fin estuve ahí, frente a frente al vidrio que me separaba de mi amada.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 23 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

TAN SOLO UNA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora