𝙬𝙤𝙣𝙙𝙚𝙧𝙡𝙖𝙣𝙙 | 𝙡𝙨𝙙𝙡𝙣 (𝙘𝙖𝙨𝙩) 𝙤.𝙨

dos; delicate. f.r

Cielo sonrió al entrar a la casa en donde ya se encontraban la mayoría de actores y supervivientes. La rubia, tímidamente, se acercó a Matías Recalt y lo saludó con un beso en su mejilla y un abrazo corto.

—Por fin llegas, ya pensábamos que no venías —habló irónico.

—No digas nada, pero me perdí —respondió en un susurro para luego acercarse a Bayona mientras oía la carcajada de Matías.

Saludó a todos hasta llegar a Julia, quién era la única mujer que había sobrevivido en la tragedia, y a quién Cielo interpretaría en el film.

La mujer rubia, de cabello un poco rapado y tatuajes en sus brazos, le sonrió con simpatía y la abrazó dulcemente.

—¿Cómo estás, preciosa? —saludó la mujer recorriendo el rostro de la menor con admiración—. Pero esta nena es preciosa, no sé si va bien conmigo, eh.

El comentario de la mujer hizo reír a la mayoría. Las mejillas de Cielo se tornaron rosadas y una sonrisa tímida se posó en su cara.

Una vez que todos se acomodaron y se sentaron dispuestos a cenar, cada actor y actriz comenzó a presentarse con sus datos personales y contando a quién interpretaría en la película. Cielo maldijo cuando notó que era la última, pero simplemente suspiró y comenzó a hablar tímidamente.

—Yo me llamo Cielo, tengo 25 años y voy a interpretar a Julia —la rubia habló con un poco de timidez.

—Lo que te espera, nena —Roberto sonrió y palmeó la espalda de la chica con falsa empatía.

—¿Sabes la historia de Julia, verdad? —Daniel Strauch preguntó con una sonrisa en su rostro.

—Estuve averiguando, sí. Pero me gustaría escucharla a ella y que me cuente todo, cómo lo vivió, cómo se sintió... —respondió Cielo con dulzura haciendo sonreír a la pareja de casados.

Cuando Julia tomó aire preparándose para comenzar a hablar, Daniel rió y miró a los demás. —Prepárense que viene para largo—. Todos rieron ante el comentario de su esposo pero rápidamente prestaron atención a las palabras de la mujer.

—Bueno, les cuento. Ustedes dos presten suma atención —Julia señaló a Cielo y Enzo, y estos asintieron obedeciendo.

Julia comenzó a contar su historia junto a Numa, se notaba que la mujer aún sentía mucho cariño por su mejor amigo. Hablaba con tanta dulzura y respeto, que Cielo sonreía inconscientemente. Al finalizar su historia, Julia miró fijamente a Cielo y Francisco, y les hizo una seña para que se acercaran a ella así podían escucharla únicamente ellos.

—Sé que Bayona no va a hacer mucho hincapié en nuestra historia de amor, se perdería el foco de lo realmente importante. Pero si supieran con el amor que Daniel y yo nos mirábamos, siempre nos protegimos el uno al otro aunque no nos llevábamos muy bien. Tienen que dar la vida el uno por el otro, si hace frío vos la vas a calentar, si hay hambre van a hacer hasta lo imposible para que el otro pueda comer. Yo siempre digo que de todo lo malo, la tragedia y las muertes, pude sacar algo bueno. Pude encontrar al amor de mi vida y formar una familia con él. Así que den lo mejor de ustedes mismos, sé que lo van a lograr y sé que también lograran amarse, igual o más que nosotros. Toda nuestra fé está en ustedes, y creemos firmemente que van a lograr interpretar a la perfección lo que sentimos y vivimos en aquel momento.

Para ese entonces, Cielo se encontraba con sus ojos húmedos. Sus labios se estiraron en una sonrisa y sin dudarlo, abrazó a Julia. Fue un abrazo en el cual se logró transmitir lo que sentía cada una, especialmente la mayor. Sus penas y alegrías, sus sentimientos, y, por supuesto, su amor por su esposo.