veintitrés

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Lilith se encontraba demasiado nerviosa, lo suficiente como para que su tobillo se haya doblado varías veces mientras intentaba caminar con esos tacones que hace tiempo no utilizaba pero la hacían ver mucho más estilizada, y eso era importante. Ella prácticamente sabía todo de la industria del modelaje, una mujer con piernas largas, delgada, y que supiera caminar en tacones lo era todo para una pasarela, y ella antes estaba muy acostumbrada a practicar con aquellos zapatos altos que su padre le compraba, pero ahora que vivía en tenis deportivos por su deporte, y dentro de casa en pantuflas, había perdido la habilidad, aunque eso no le impidió ir caminando hasta el edificio de la sede Calvin Klein Korean, así en el camino pudiera practicar un poco más, no venía mal, y tampoco le interesaban las personas que la veían confundidas por sus dudosos pasos y el vestido corto a pesar de estar en invierno.

Ni siquiera sentía el frío a causa de los nervios.

No sabía si era un casting en general y tendría que competir contra otras chicas, o JiMin le había conseguido la oportunidad de presentarse solo ella, y como estaban a falta de modelos, le venía a la perfección, era casi seguro que la contratarían, si es que otras no la superaban. No había ido a una agencia de modelaje como para estar totalmente segura de sus conocimientos, pero su tía, hermana de su padre, era fotógrafa, por lo que le tomaba algunas fotografías que ella luego subía a redes sociales, en otros casos le hubiera gustado presentarlas en agencias, pero se le hacía imposible debido al poco tiempo libre que le quedaba por la universidad y su vida personal. Aprendió a caminar por unos videos de YouTube, realmente sirvieron mucho, así como también a posar, hablar frente a cámaras, y decir sus cualidades. Podíamos decir que estaba algo entrenada, muy poco, y un entrenamiento algo vago, pero lo tenía.

Estaba fuera de sus planes perder la oportunidad de ser modelo, sentía que finalmente la vida le sonreía en algo, por lo que haría todo lo que estuviera a su alcance para conseguirlo. Durante la noche, en la cual apenas pudo dormir debido a los nervios y ansiedad, pensó bastante, dándose cuenta de que estaba cumpliendo un sueño, o por lo menos arriesgándose a cumplirlo, a tener la posibilidad de estar frente a las cámaras, desfilando ropa en una pasarela, conociendo famosas con su misma profesión, y más importante que todo, cerrándole la boca a aquellos que le habían dicho que no lo lograría. También pensó sobre su vida como criminal, era una prófuga, y se escondió bastante bien durante todos esos años, pero al ser famosa la encontrarían, solo que quizá, si tenía mucha suerte, ganaría el suficiente dinero como para pagarle a un juez corrupto y le den la libertad que se merece, o tal vez durante todo este tiempo alguien se apiadó de ella y sería su testigo, con pruebas para demostrar su inocencia.

Era frustrante tener que pensar en pagar una libertad que le correspondía por no haber tenido nada que ver con un delito. Realmente esperó durante todo ese tiempo que John piense en ella, en que le había arruinado la vida a alguien que no se lo merecía, porque Lilith estuvo en sus buenos y malos momentos, no podía decir que fue la novia ideal porque, como todos, cometió errores, pero tampoco para llegar al punto de culparla por vender droga, cuando ella no estaba relacionada en todo ese ambiente. Si quería alejarla de su vida, ya sea porque dejó de amarla, o porque no quería meterla en sus problemas, habían muchas más opciones, ¿pero incriminarla de narcotráfico? Definitivamente había sido la peor. En defensa de John, si en serio quería alejarla por completo de él, la había pensado bien en mandarla a la cárcel, pero Lilith no se lo merecía.

¿Era tan difícil decirle que ya no la amaba más?

Es más, ni siquiera supo si en algún momento la amó. Tal vez exageraba, se dejaba llevar por el rencor que sentía en la actualidad, pues haber estado años de relación sin sentir amor se le hacía absurdo, y tampoco era que ella le pagaba una vivienda o algo así, lo que Lilith le daba era apoyo, amor, sexo, compañía, y, si se iban por lo material, regalos de vez en cuando, el más costoso había sido un teléfono, pero tampoco era para tanto. Suponía que John la había amado, por lo menos en un tiempo de la relación que tuvieron, hubo amor por ambas partes, tal vez de la de él dejó de nacer el amor y...lamentablemente era algo que no se podía controlar, que debía tomar sus cosas y dejarlo ir, pero tampoco fueron así las cosas. Si tan solo John no hubiera sido tan egoísta y hubiera asumido su culpa, todo sería distinto.

Illegal| pjm. ✓Where stories live. Discover now