veintiuno

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Lilith permaneció en silencio unos segundos. No sabía en realidad si le tenía miedo al amor, de alguna forma sabía que no merecía ser amada, que nadie tenía que gastar el tiempo conociéndola y buscando amarla porque no valía la pena, pero en sí sentir miedo a amar...no estaba segura. Tal vez lo que sí sentía era inseguridad, era ese sentimiento en el pecho de saber que no podría amar lo suficiente a alguien porque pensaba que tarde o temprano la iba a traicionar, tal como lo hizo John. No debía meter a todos los hombres en la misma bolsa, lo sabía, quizá ahí afuera estaba el amor de su vida, quien estaba dispuesto a todo con ella y solo quería hacerla feliz, pero de igual manera no iba a perder el tiempo en eso, tampoco se sentía con ganas de buscar un romance, de confiar en alguien, conocerse y formalizar, sin contar con el grave problema de pasar los obstáculos juntos.

Era demasiado para ella, y le gustaba su soledad.

Se había acostumbrado a dormir sola, a estar sola en el departamento y no deberle explicaciones a nadie, tener la libertad de poder llegar a la hora que quisiera, hablar con quien le dé la gana, y experimentar en el sexo con diferentes personas. Ese era uno de sus tantos motivos de porqué no quería volver a estar en una relación, le gustaba estar sola, se sentía cómoda, y ahora, después de tantos años soltera, no extrañaba la costumbre de hablar con alguien toda la noche, de verse con una misma persona todos los días, o acostumbrarse a besar los mismos labios. Estar en pareja era un arma de doble filo, tenían sus momentos hermosos, románticos, los graciosos y donde se confiaban todo el uno al otro, pero cuando la relación acababa, quedaba un enorme vacío en el pecho por no seguir las costumbres que ya se habían aplicado, desde algo tan absurdo como mandar un "buenos días" apenas se abren los ojos, hasta algo más serio como escuchar las mismas canciones juntos, dormir abrazados en las noches de invierno y comer helado en las de verano.

⎯ No le tengo miedo al amor, JiMin.⎯ contestó con seguridad. No le tenía miedo al amor, le tenía miedo a la decepción, a que vuelvan a traicionarla, pero no a amar.⎯ Simplemente no lo quiero en mi vida, es basura.

⎯ Mi madre dice lo mismo, las pocas veces que la escucho hablar.⎯ suspiró, a veces sentía que se olvidaba la voz de su propia madre por pasar días sin decir palabra alguna, se cuestionaba si su lengua o cuerdas vocales no sufrían algo por estar días sin hablar.

JiMin estaba acostumbrado a ver un amor monótono, que ni siquiera podía considerarlo amor, más bien una obligación, porque tampoco podía llamarlo costumbre si sus padres no habían formado una rutina para siempre que se volvió aburrida, ellos simplemente no se aman. Recuerda que de pequeño su madre le decía que no debía enamorarse, como si fuera algo que estuviera prohibido o lastimaría a su hijo, pero en realidad se lo decía porque el amor arruinó la vida de ella, mejor dicho, la calentura lo hizo. Gracias a querer sacarse las ganas de tener sexo se vió atada a un hombre infiel hasta los últimos días de su vida, tenía que pasar por esa tortura, ser una mujer joven que no tenía derecho a enamorarse porque ya estaba casada y con un hijo, y de la única manera que pudiera divorciarse sería cuando sus padres, y los de su marido, murieran, posiblemente cuando ese día llegue ellos ya se habían resignado ante el divorcio, ¿quién querría iniciar una relación con dos adultos de 60 años? Y 60 si tenían suerte, tal vez tardaban más en fallecer sus padres.

Su hijo interpretaba que el amor, en todas sus facetas y hacía todas las personas, su madre lo veía como una basura. Supuestamente, una madre ama a su hijo, pero si ella decía que eso era una basura, ¿cómo debía interpretarlo? Desde años reconoció que sus padres no lo amaban, las cosas comenzaban a doler un poco más, ver como las madres amaban a sus hijos, los llevaban a juegos, y hasta los presumían en redes sociales, como la madre de NamJoon lo hacía cada que él aprobaba una materia y su amigo se quejaba por haber elegido su foto más horrenda, JiMin daría todo para que su madre haga eso, para sentir un poco de su cariño, pero sabía que nunca llegaría, que era esperar algo que jamás tendría, entonces debería enfocarse en otras cosas.

Illegal| pjm. ✓Où les histoires vivent. Découvrez maintenant